RMB 81 – 80 FCB Carroll pone el 2-0 en un partido de infarto

Carroll logró la remontada imposible después de ir perdiendo prácticamente todo el partido. Heurtel con un partidazo y los árbitros fueron los grandes rivales del Madrid en un encuentro irregular de los de Laso

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Un triple de Carroll a falta de 2 segundos convirtió en milagrosa la victoria que unos pocos minutos antes parecía imposible. Los blancos, en un mal encuentro todo hay que decirlo, fueron siempre por detrás. Heurtel dominó a su antojo el encuentro y los árbitros desde el primer cuarto se convirtieron en protagonistas negativos perjudicando siempre al Madrid. Nuevamente vergonzoso. El Madrid no supo hacer frente a esa situación y cuando tenía el partido perdido (63-72 minuto 38) sacó fuerzas de flaqueza y con el gen ganador que caracteriza a los de Laso logró la victoria que puede suponer una liga.

Los blancos estaban irreconocibles al principio del encuentro. Si bien los dos equipos parecían fallones en ataque, el Madrid lo acusaba más todavía. Después del ecuador del partido (4-9) el marcador era irrisorio. Ya se empezaron a pitar faltas raras por parte de los árbitros pero lo peor estaba por llegar. A cada jugada los colegiados se superaban una y otra vez. Pero volvamos al partido. El Barcelona se sentía muy cómodo y no necesitaba una gran actuación del internacional Heurtel para ir ganando. Por los blancos, Tavares y poco más. Nos costaba un mundo anotar y la agresividad de la defensa del Barcelona no estaba siendo castigada por los de «naranja». Con el 11-17 se termina el primer período. Solo 11 puntos habían anotado los blancos dejando claro que ni se encontraban cómodos en pista ni había fluidez ofensiva ni nada de nada.

En el segundo cuarto, Heurtel anota los primeros 10 minutos de su equipo (21-27 minuto 15). La entrada de Ayón en la zona con su poderío y un resurgido Carroll mantenían al equipo en pie y comenzaron la remontada. Un triple del mormón logra la ansiada remontada con un Wizink entregado y pensando en abrir brecha en el marcador. Con el 29 a 27 parecían las cosas más sencillas a punto de llegar al descanso. Pero los visitantes con un parcial de 7-0 devolvieron al Madrid a la cruda realidad. Claver y Tomic también hacían un buen trabajo acompañando a Heurtel y los blancos defendían de manera muy mejorable (29-34).

Los colegiados castigaban una y una otra vez al Madrid. Con Taylor y Campazzo se ensañaron. Las técnicas brillaron por su ausencia o mejor dicho. Se pitaron muy pocas al Barcelona. El tercer cuarto fue demoledor para el Madrid. En 6 minutos de juego el parcial era de 17-10 para el Barcelona. Heurtel jugaba a placer dominando el tempo del partido. Cuando no anotaba, abría el campo y encontraba a un hombre libre. Incluso con dobles defensas el francés era imparable. Mientras tanto Carroll a lo suyo seguía anotando con la ayuda ahora de Rudy. De un 39-51 se pasó a un esperanzador 50-55 confiando nuevamente en la ansiada remontada. Fue otro espejismo. De nuevo los culés se fueron ganando 53-59 al término del tercer cuarto.

En el último período llegó lo mejor. Los árbitros dejaron en un segundo plano su penosa actuación y dejaron jugar más. Con Carroll encendido (22 puntos en ese momento) se llega al empate a 62 cuando no lo esperaba. El duelo Carroll-Heurtel era sin duda, lo mejor del partido. Pero un parcial de 10-1 (63-72 minuto 37) casi enterraba las opciones de victoria. Prácticamente nadie creía en la victoria excepto Laso y los suyos. Con el encuentro perdido, fue remontando a base de coraje, fe propia y una gran determinación. Triples, tiros libres, rebotes ofensivos, fallos del Barcelona. Todo se unió para lograr el milagro. A falta de 10 segundos Llull anota un libre y falla el segundo perdiendo de 2 el Madrid. El rebote ofensivo lo coge Rudy que pasa a Llull y éste a Carroll que después de fintar a Claver anota un triple marca de la casa que puede valer una liga. Un victoria psicológica y un mazazo para el Barcelona que dejó escapar un partido que tenía ganado.

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Madridista desde pequeñito, solo podía ser seguidor del mejor equipo del mundo; bastantes desgracias tiene la vida como para llorar por el deporte y ser fan de un equipo perdedor. Como lo mío no era precisamente ganarme las habichuelas jugando al baloncesto, decidí que lo mejor era verlo desde el otro lado de la barrera, y qué mejor forma que narrar los éxitos del Real Madrid de baloncesto. Mis referentes ligados a este deporte, sin lugar a dudas, han sido la plata olímpica de los Ángeles 84, el colegio San Viator (de donde salieron gigantes como Juan Antonio Corbalán y Carlos Jiménez) y mis hermanos mayores. Después de varios trabajos y alguna estancia en Irlanda decidí sentar la cabeza y ahora presto el mejor servicio al ciudadano desde mi posición de funcionario de la Comunidad de Madrid. No cuajó la opción de ser coordinador de cheerleaders, pero os dejo una foto ellas para que veáis que al menos lo intenté...