RM – VLD: Nene, los deberes

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El fútbol vuelve al Bernabéu, algo que no sucedía desde el 19 de mayo pasado. Han pasado tres meses y cinco días desde que el Real Madrid acabara el curso 2018-2019 con pésimos resultados y ahora llega el examen de verdad. El equipo de Zidane se presenta en su casa, ante su público, ante sus socios, con la obligación, porque así se lo va a exigir la grada, de dar una medida bien diferente a la del más inmediato pasado. «Nene, los deberes». Y como estos no estén hechos de manera impecable, que quien corresponda se ate los machos. El buen triunfo en Vigo, con un Madrid avasallador, debería marcar el camino. Pero eso hay que refrendarlo en casa, hoy, ante el Valladolid (19:00, Movistar LaLiga).

No es el Bernabéu un estadio amante de las tibiezas, y el curso pasado, por aquello de todo lo que este grupo había conseguido hacer (las tres Champions consecutivas), la grada mantuvo un respetuoso silencio e incluso indiferencia, como se demostró con esas entradas paupérrimas según avanzaba la competición. Pero la paciencia madridista, como bien deberían saber sus gestores, tiene un límite. Una temporada mala tras tres cursos de sobresaliente le puede pasar a cualquiera. Dos, no. Y menos cuando el estadio tiene ya a varios jugadores que siguen en la plantilla bastante atravesados, por su desidia cuando el barco zozobraba y no se dignaron a intentar, siquiera intentar, achicar agua.

Uno de ellos es Bale, de desahuciado a ser de nuevo la gran esperanza blanca. El galés debería ser otra vez titular tras su buen partido en Balaídos, y hace bien Zidane en alinearle: dentro de nada toca parón de selecciones y ya sabemos que el galés es extraordinariamente propenso a lesionarse cuando eso pasa. El otrora Expreso de Cardiff es quizás el más notorio, pero no el único. El runrún con Kroos fue más que acusado el curso pasado, igual que con Marcelo. Benzema, pese a que el año pasado fue de los pocos que convirtió las lanzas en flores, es otro que en cuanto baja el nivel de intensidad está sempiternamente bajo sospecha… Y a fin de cuentas, al no haber revolución, jugarán los mismos de siempre.

Vuelve Carvajal tras cumplir sanción en el primer partido liguero, y la baja de Modric será ocupada presumiblemente por Isco. Eso deja a James, a quien el madridismo contempla casi como un nuevo fichaje, en posición de tener que esperar al segundo tiempo para, salvo contratiempo, poder redebutar de blanco, aunque el club ya le ha dicho el rol que tendrá este curso: suplencia o grada. Al colombiano, parece, le servirá de poco estudiar. Es de Mendes, y eso en este Real Madrid 2019-2020, es algo muy mal visto. Que se lo pregunten a Keylor Navas.

Mientras, el Valladolid viene agazapado, sabiendo que no tiene absolutamente nada que perder, con muchas bajas, problemas económicos que hasta ayer mismo le impedían inscribir jugadores (lo hicieron los cedidos madridistas Javi Sánchez y De Frutos) y con un perfil tan bajo que cuesta reconocer a Ronaldo Nazario. Pero es el profesor. El que decidirá las notas tras el estreno en casa, tras el primer examen.