RM 2 – 1 SEV: Obrigado, Casemiro

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Gracias, Casemiro. Obrigado, Casio. El primer doblete en la carrera profesional del brasileño permitió al Real Madrid doblegar (2-1) al Sevilla en un sufridísimo y polémico partido, con un gol anulado a los hispalenses en el primer tiempo. El brasileño, capitán sin brazalete, fue determinante en un partido muy plomizo de los de Zidane, sobre todo hasta el descanso, pero que con sus dos tantos supo enderezar justo a tiempo.

El Madrid cuajó una primera parte absolutamente insufrible, con menos remates que el Sevilla (4-5) y empatado a disparos a puerta (1-1). Los de Lopetegui chutaron una vez más, en un testarazo tremebundo de De Jong que superó a Courtois, pero que anuló el VAR por un presunto placaje de Gudelj a Casemiro de los que hay mil en cada jugada a balón parado. En esta ocasión Martínez Munuera lo anuló, y bienvenido sea. Gracias y a otra cosa, mariposa.

En ese primer tiempo malísimo del Madrid, donde la presión alta del Sevilla y su orden defensivo ahogaron por completo a los blancos, no hubo ninguna noticia positiva. Al equipo le costaba un mundo salir con el balón tocado desde atrás, Lucas Vázquez y Rodrygo no tuvieron ninguna profundidad y Jovic decidió, quién sabe por qué, vivir ahogado entre los centrales. Desasistido y absolutamente nulo, otro partido más en el que naufragó de manera rotunda. Ni siquiera sirvió como boya, para recibir balones largos, aguantarlos y esperar al despliegue de su equipo. Nada.

Sin embargo, el serbio se redimió en la segunda parte, en el primer gol de Casemiro. No es mucho, pero al menos alguien encendió una luz ahí fuera, hay vida en el espacio exterior: un pase suyo de tacón, rodeado de rivales, permitió a Casemiro inventarse un caramelo en la primera llegada ligeramente clara del Madrid en el partido para superar a Vaclik y hacer el 1-0 cuando casi se llegaba a la hora de partido.

No duró mucho la alegría entre los de Zidane, pese a que en el segundo tiempo, como viene siendo habitual, mejoró mucho la cara de los madridistas. De Jong igualó en un despiste tremendo de Varane y Militao en una jugada embarullada de Munir. Pero los sevillistas no contaban con Casemiro, disfrazado de Casemirinho, goleador exquisito: el brasileño remató de cabeza un gran centro de Lucas Vázquez, lo mejor del gallego en el partido, y apuntilló a un Sevilla que, pese a que Lopetegui soltó toda su artillería sobre el césped del Bernabéu, apenas volvió a ver a Courtois de cerca, mientras Vinicius volvía a recordar al Vinicius centelleante del pasado curso en unos muy buenos minutos para acabar el partido. Aunque como siempre, sin gol: el gol fue cosa de Casemiro, O’artilheiro.