No falla. Bale, algo menos gris que en otras ocasiones, pero gris al fin y al cabo, bajó un balón que Isco le mandó desde la otra punta del campo. Superó a la carrera a Kevin Rodrigues. Se plantó ante Rulli, le hizo una picadita y marcó el 1-3. Lo de Bale con Anoeta es una atracción fatal. Cinco partidos, seis goles, siempre marca.
La especial relación del Expreso de Cardiff con la Real Sociedad se vislumbra de pleno en Anoeta. Allí ha jugado cinco partidos Gareth Bale defendiendo la camiseta del Real Madrid, y en todos ha marcado: seis goles en total. Algunos de ellos verdaderos golazos, como el de hoy y el que le marcó a Claudio Bravo en la campaña 13-14, pero con independencia de la estética, el estadio txuri-urdin provoca que a Bale se le calibre el fusil, siempre.
No sólo residen aquí las peculiaridades de Bale con la Real. Sí, en Anoeta el galés siempre marca, pero en el Bernabéu, cuando se mide a la Real, sólo asiste, algo que no hace en Donosti. En las tres ocasiones en que Bale se ha medido a los gipuzcoanos en coliseo de La Castellana, ha despachado una asistencia en cada partido, pero no ha marcado. Curiosamente, en Anoeta nunca dio un pase de gol… y hoy tampoco lo pudo dar.