RM 4 – 1 LEG: Arde Benzema

Dos goles del delantero francés en el arranque del segundo tiempo desatascan al Madrid ante el Leganés. Bale adelantó a los blancos pero el equipo madridista fue demasiado planto hasta que apareció Karim

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Arde Benzema, casi tanto como la temperatura en Madrid en este inicio de septiembre. Arde Benzema, autor de un doblete ante el Leganés, victoria 4-1 de los blancos. Arde tanto que está como Will Grigg, on fire. El francés, ese mismo al que se han pasado años defendiendo por su falta de gol a base de intangibles, ahora mismo los mete como churros, cosa de agradecer, y el Real Madrid se incendia a su ritmo.

Mucho dar la brasa con Bale, pero al final el Madrid juega a lo que dice Benzema. Y más aún sin Isco, primera suplencia de la era Lopetegui. El técnico vasco alineó al que debería ser el once de gala de la temporada, incluyendo a Courtois, Varane y Modric, y fue Asensio el que sobrevivió a la purga. El Madrid comenzó el partido como un avión, con el Leganés que ni sabía por dónde le venía el aire. Duró poco: el Madrid arrinconaba a su adversario, pero sólo encontró un gol, de Bale en un remate mordido que se tragaron las manos blandas de Cuéllar. La cosa pintaba bien.

Pero no fue así. El Leganés comenzó a organizarse en torno a Gumbau, un futbolista del corte de Busquets criado en La Masía, y permitió la iniciativa del Madrid pero de forma distinta al arranque: con orden. El Madrid seguía atacando, pero envuelto en una tela de araña en la que entre Eraso, Rubén Pérez y Gumbau secaban a Modric. Y el Leganés comenzó a llegar, se encontró con un penalti regalado de Casemiro que transformó Carrillo y se fue al vestuario con un 1-1 y la sensación de que el Madrid andaba perdidísimo.

Pero el paso por vestuarios desperezó al Madrid: Benzema retrasó su posición para percutir con Modric desde la media punta, y ahí desmadejó la pizarra de Pellegrino. El francés marcó (¡de cabeza1) el 2-1 apoyado por el VAR y enseguida remachó el 3-1 con un remate ajustadísimo desde fuera del área. Ya no había más partido, porque Karim había incendiado el juego. Sergio Ramos, tras el tercer penalti forzado por Asensio en dos jornadas, marcó de penalti sin Panenka el cuarto, y el partido murió plácidamente hacia su final, ya con Isco, Ceballos y Lucas Vázquez pero no con Mariano, entre el calor abrasador del verano madrileño y el fuego que le puso Benzema al marcador.