La lesión muscular que se produjo ayer Jesús Vallejo, la primera del curso en la primera plantilla del Real Madrid, ha vuelta a despertar el debate en torno a este tipo de dolencia. El equipo blanco ha sido, durante las pasadas temporadas, excesivamente propenso a sufrir lesiones de este tipo (Gareth Bale, de hecho, está en el top cinco de jugadores que más lesiones musculares han sufrido en todo el fútbol europeo) y el hecho de que Vallejo, otro futbolista que pese a su juventud arrastra un historial no demasiado halagüeño en este aspecto, haya caído ya en agosto hace que vuelvan a resucitar viejos fantasmas.
De momento, la pretemporada circulaba plácidamente en el aspecto médico, hasta que unas molestias en el muslo izquierdo hicieron parar a Vallejo el entrenamiento y le mantendrán entre dos y tres semanas de baja. La temporada pasada, Vallejo ya sufrió dos lesiones similares en el muslo. En la primera, también en pretemporada y con el Stuttgart, estuvo 18 días de baja y se perdió el comienzo de la Bundesliga. En la segunda, un mes de baja, coincidió con el final del campeonato alemán aunque no le impidió disputar la final de Copa alemana, a la que llegó justo.
Además, Vallejo sufrió dos lesiones más el curso pasado, otra dos musculares: una sin especificar y otra más en uno de sus gemelos, en todos los casos por debajo de los diez días de baja. Y en el pasado, durante su etapa en el Zaragoza, ya era un jugador especialmente castigado por este tipo de dolencias: una rotura de fibras y una posterior recaída provocaron que hasta el propio Real Madrid se coordinara con el club maño para tratar de recuperar a un jugador que sufre enormemente con este tipo de dolencias.
Bueno, esta pretemporada si hubo una lesión aunque fuera de distinto tipo: la de Kroos. Pero toda la razón, parecía que por fortuna nos habíamos librado de ellas…