Los números no engañan. Las estadísticas de Gareth Bale en las dos primeras jornadas de Liga suponen que el galés esté firmando sus peores datos desde que es jugador del Real Madrid, si se comparan estos con las medias conseguidas en las cuatro temporadas anteriores. Sí, marcó en Riazor, en uno de los dos únicos remates entre los tres palos que ha firmado en dos jornadas, pero todos los demás apuntes estadísticos señalan que Bale parece instalado en una permanente cuesta abajo.
Comencemos por lo ya indicado arriba. Gareth Bale, ante Deportivo y Valencia, en las dos primeras jornadas de esta Liga, ha rematado en dos ocasiones entre los tres palos del rival. Una de media por partido, aunque sus dos remates sobre la portería adversaria llegaran ante el Depor, porque ante el Valencia fue transparente. Esa media de un remate a puerta por partido es la peor cosechada por Bale desde que llegó al Real Madrid: 3,4 tiros a puerta promedió el año pasado; 3,5 en el curso 15-16; y 3,3 en las dos campañas anteriores. Esa cifra no la igualaría Bale ni siquiera contando todos los remates que hace, incluyendo los que van desviados, los rechazados y los rebotados: lleva seis en dos jornadas, un promedio de tres. Algo falla cuando, ante la ausencia de Cristiano Ronaldo, el que debe ser su heredero no sólo no se aúpa al trono, sino que sale huyendo.

Más números. Bale ha realizado ¡un regate! en las dos jornadas de Liga disputadas hasta el momento. Ante el Valencia, eso sí. Eso supone una media de 0,5 regates por partido. La temporada pasada promediaba 1,4. Pero es que en la anterior se iba a 1,8 y en la 14-15 y la 13-14 realizaba 2,1 regates por encuentro. Bale encara menos y además tampoco le sale demasiado bien.
Otro número muy poco alentador es el de sus intervenciones en los partidos. Bale disputó 79 minutos ante el Deportivo y tocó 45 veces el balón. Ante el Valencia, jugó 74 minutos e intervino aún menos: 36 veces.
Refugiado en un costado, interviniendo poquísimo en el juego, sin desborde y sin remate, el papel de Gareth Bale entre el madridismo comienza a estar cada vez más cuestionado. Ha llegado la hora de que dé un paso adelante y demuestre que puede ser una alternativa real cuando Cristiano Ronaldo no esté sobre el campo. Tiene una temporada para hacerlo. Porque de seguir en esta deriva, la etapa de Bale en el Real Madrid habrá llegado a su fin.
Si lo de la oferta de 105 kilos del United es verdadera sería una auténtica estupidez no venderlo