Falló el fax con De Gea, incluso quizás algo más, es verdad. Pero la realidad es la que es: desde el verano de 2014, cuando el Real Madrid se hizo con los servicios de Chicharito (y en calidad de cedido) para reforzar su plantilla, el equipo blanco no realiza un fichaje el último día de cierre de mercado. Hace ya tres años, el mexicano llegó sobre la campana, un 31 de agosto y sorpresivamente, para reforzar la delantera, pero aquellos megaculebrones protagonizados por el Real Madrid durante el verano, que acababan casi sobre la bocina, ya no existen. Las cosas se hacen de otra manera desde hace tiempo.
Tanto es así que el último fichaje-culebrón del Real Madrid, dado que lo de Chicharito fue una cesión, es el de Bale. El 1 de septiembre de 2013, hace ya cuatro años, el galés aterrizaba en el Bernabéu tras una telenovela por fascículos a la que sólo le faltó la firma de Corín Tellado. Un año y un poco antes, el 27 de agosto de 2012, Modric, que también llegaba del Tottenham como Bale, también protagonizaba los últimos días de cierre de mercado.
Pero se acabó. Porque Florentino Pérez y su equipo, en esta segunda etapa, no son nada dados a fichar cuando agosto alcanza sus últimos diez días. Sólo cuatro jugadores en nueve temporadas: además de Bale y Modric, fichados, el Real Madrid también logró las cesiones de Chicharito (ya comentada) y Michael Essien sobre la bocina. Y se acabó.
Es que ni siquiera agosto es el mes favorito para presentar fichajes en este Real Madrid, que suele llevar las cosas muy adelantadas y no deja las cosas para última hora, pese a De Gea. De las 41 operaciones de entrada realizadas por Florentino Pérez y su equipo en esta segunda etapa, sólo nueve se han realizado en agosto. Julio es el mes predilecto para oficializar fichajes, hasta doce, pero es que hasta en junio, con diez, se hacen más operaciones que en agosto. El Madrid languidece con el final de los meses de verano, al menos por ahora.
