Es un imán, un amor irresisitible, Glenn Close en Atracción Fatal. Gareth Bale mantiene una relación curiosísima con la Real Sociedad, más aún si el partido, como el que tendrá lugar en la noche del próximo domingo, se celebra en Anoeta. Ante el equipo txuri-urdin, Bale se transforma como el Sargento Deux-deux inseparable del Inspector Clouseau. Y entonces sí es el Bale que todo el mundo espera ver y no ése que sigue sin lograr enganchar a un sector muy amplio del Bernabéu, que espera de él mucho más pese al par de asistencias que despachó ante el APOEL el pasado miércoles.
La especial relación del Expreso de Cardiff con la Real Sociedad se vislumbra de pleno en Anoeta. Allí ha jugado cuatro partidos Gareth Bale defendiendo la camiseta del Real Madrid, y en todos ha marcado: cinco goles en total. Algunos de ellos verdaderos golazos, como el que le marcó a Claudio Bravo en la campaña 13-14, pero con independencia de la estética, el estadio txuri-urdin provoca que a Bale se le calibre el fusil, siempre.
No sólo residen aquí las peculiaridades de Bale con la Real. Sí, en Anoeta el galés siempre marca, pero en el Bernabéu, cuando se mide a la Real, sólo asiste, algo que no hace en Donosti. En las tres ocasiones en que Bale se ha medido a los gipuzcoanos en coliseo de La Castellana, ha despachado una asistencia en cada partido, pero no ha marcado. Curiosamente, en Anoeta nunca dio un pase de gol…
