Es uno de los jugadores más en forma de Europa, y el Real Madrid le tiene bajo observación porque el gol, que es lo que manda en el fútbol, está muy cotizado. Quince goles en los once partidos oficiales disputados esta temporada, entre club y selección, han convertido a Harry Kane en el gran objeto del deseo del fútbol europeo: todos le ponen ojitos a este londinense de Walthamstow, cuyo valor de mercado supera ya los 150 millones de euros.
Kane es la gran amenaza de un Tottenham que nunca, en sus cuatro enfrentamientos oficiales ante el Real Madrid, ha logrado hacerle un gol a los blancos, ni en las Islas ni por supuesto en el Santiago Bernabéu. Sus cinco goles en dos partidos en esta Champions le han situado como máximo anotador de la competición en sus dos primeras jornadas, pero ahora le toca la reválida.
Dos partidos consecutivos ante el Real Madrid. Primero en el Bernabéu y luego en Wembley, en dos escaparates mundiales con una solera indiscutible. Mañana, sin el acompañamiento de Dele Alli, la otra referencia ofensiva de los Spurs, que sirve su tercer encuentro de sanción. Pero el de Milton Keynes, ciudad donde se establece la sede del equipo Red Bull de Fórmula 1, regresa para Wembley. Entonces los problemas del Real Madrid serán dos.
