TOT – RM: La final del caballo blanco

El Real Madrid se juega el liderato del grupo o complicarse sobremanera el pase a octavos en un escenario mítico. Achraf será titular por la lesión de Varane, que obliga a Nacho a ser central

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No se llama Billy, sino Real Madrid. No es la FA Cup, sino la Champions. No es realmente una final, aunque todo lo que no sea sacar puntos podría al equipo madridista sobre el alambre ante lo que se viene. El Tottenham-Real Madrid de esta noche (20:45, BeInSports) es la final del caballo blanco del nuevo Wembley, porque ni siquiera este Wembley es el mismo Wembley de antes. Aquella final de FA Cup de 1923, la primera disputada en este recinto, en la que un policía llamado George Scorey desalojó el césped de un recinto en el que había 300.000 personas sobre un aforo de 125.000, a lomos de un caballo llamado Billie, héroe nacional en la Gran Bretaña sin tener que pedir asilo en Bruselas.

Billie es ahora un Real Madrid que llega medio famélico tras el trastazo que se pegó en Montilivi el pasado domingo, y por las malas sensaciones que ha venido ofreciendo desde que se acabaron las Supercopas. Bien es cierto que en Europa dio la talla en Dortmund, aunque conviene recordar que en el Bernabéu, ante APOEL y el mismo Tottenham, regresó a su estado de infinita vulgaridad. Por eso hoy es un día tan importante, pese a que el equipo tiene, algo que ya se ha convertido en costumbre, la enfermería rebosante .

Zidane tirará de casi los mismos que se la pegaron en Girona para tratar de asaltar Wembley en la primera visita de los blancos al mítico recinto londinense. Sólo faltará Varane, que gracias a que Bale costó más se ha librado de la etiqueta de jugador de cristal de Bohemia, lo que obligará a Achraf a ser titular, con Nacho en el eje junto a Sergio Ramos y Marcelo, con Casilla en la portería porque sigue renqueante Keylor. Dicho así, no suena precisamente como el más sofisticado sistema de seguridad, menos aún ante un Tottenham en el que casi seguro estará Kane y en el que además vuelve Dele Alli, su compañero de correrías e incursiones.

Pochettino tirará de los mismos tres centrales que usó en el Bernabéu para contrarrestar la temible pegada madridista, aunque este año lo esté siendo menos, y eso puede complicar y mucho a los blancos: Zidane no se ha mostrado nunca especialmente acertado cuando le plantean defensas de cinco (la última vez, el Girona) y si a eso se le añade la bisoñez de Achraf y el horrible momento de forma de Marcelo, los hombres encargados de ensanchar el campo y de dinamitar el duelo por las alas, habrá que hilar muy fino para superar a Lloris.

Sea como fuere, esto es la Champions, la Copa de Europa. Y en Wembley, en el Bernabéu o donde sea, el Madrid siempre da la cara. Esta noche toca de nuevo. A por ello.