El canario que vestía de negro

Antonio Betancort esperó con paciencia su oportunidad para poder ser titular en el Real Madrid y, cuando lo consiguió, una lesión muscular le apartó del once en la final de La Sexta

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La década de los 60 fue una etapa excepcional para aquellos que defendían la portería blanca. Hasta en siete ocasiones, cinco de ellas consecutivas, se alzaron con el Trofeo Zamora al portero menos goleado. Vicente, en tres ocasiones, y Araquistain, Junquera y Antonio Betancort, otras dos veces, fueron los ganadores. Precisamente de este último vamos a hablar hoy aprovechando su pasado canario para recordar su paso por el Real Madrid.

Nacido en el barrio de la Isleta en Las Palmas de Gran Canaria, en plena Guerra Civil, Antonio Betancort comenzó a jugar al fútbol en las cercanías del histórico campo canario de ‘Pepe Gonçalvez’, uno de los fundadores del Real Club Victoria que su su vez fue uno de los equipos que se fusiono para crear la UD Las Palmas. Desde la portería empezó a ser conocido por los chavales, dado que no lo hacia mal y en parte, como él mismo recordaba, «porque yo era el dueño de la pelota, hacía el equipo y me ponía de portero». Tras comenzar en los infantiles del Unión Grupo, su nombre siguió sonando hasta que llego a oídos de los directivos de la UD Las Palmas, quienes le reclamaron en edad juvenil para su equipo.

Portada del boletín del Real Madrid que anunciaba el fichaje de Betancort

Al cumplir los 18 años Betancort pasa al primer equipo de Las Palmas pero como tercer portero, tras Jose Casas ‘Pepin’ y Antonio Castellanos. Él lo ve como una oportunidad y se presta a aprender, máxime cuando tiene toda su carrera por delante. Estamos hablando de la temporada 1955-56, y en ella tendrá su primera oportunidad. Hará su debut oficial en la vuelta de Octavos de la Copa del Rey, ante el Atlético. Tras el 1-4 de la ida, Las Palmas viaja al viejo Metropolitano, quien volverá a derrotar a los canarios por un contundente 6-0. Durante los siguientes años, ya siendo segundo portero tras la marcha de Castellanos al Betis, dispondrá de pocas oportunidades: Pepín se hará un fijo en las portería amarilla. Jugará varios partidos ligueros en esas temporadas, hasta que al final de la temporada 1959-60 Las Palmas desciende a Segunda División. La bajada de categoría coincide con la marcha de Pepín al Betis y para la siguiente temporada el madrileño Casimiro Benavente decide colocar de titular a Betancort. Éste, salvo un tramo final, jugará todos los partidos de Liga y Copa. Una curiosidad, el íltimo de estos partidos sera uno de desempate para los Octavos de Final de Copa ante el Real Valladolid, que se jugará en el estadio neutral del Santiago Bernabéu.

Durante el descanso estival aprovecha para casarse con Angelita García, hija de un directivo de la UD Las Palmas, y es en esas fechas cuando los rumores que destila la prensa acerca de un posible traspas, van en aumento. Como decía José María García, en este caso el rumor si fue la antesala de la noticia. Betancort era traspasado al Real Madrid durante el verano de 1961.

Betancort, en un partido con el Deportivo en 1962

A Madrid llega con mucha ilusión, pero con dudas acerca de las posibilidades reales para jugar. Es la plantilla es el quinto portero, teniendo por delante a Araquistain, Domínguez, Vicente y Bagur, aunque sabe que los tres últimos están en la treintena, por lo cual intuye que si convence a los técnicos tarde o temprano tendrá su oportunidad. Durante esta primera temporada tan sólo jugará algunos partidos amistosos y, por lo general, solo las segundas partes. En una de ellos jugará en Riazor, con victoria blanca por 0-3, que a la postre sera la ciudad de su próximo destino. Durante el verano de 1962, Bernabéu decide apostar por el fichaje del gallego Amancio, quien había sido máximo goleador en el retorno del Deportivo a Primera, y como era costumbre el precio del traspaso se abarató mediante jugadores. Betancort fue uno de los elegidos, lo que supuso su cesión al equipo de Riazor durante la temporada 62-63. El canario no lo ve con malos ojos, puesto que es su oportunidad de demostrar su valía, y en la máxima categoría. Allí pasará un mal año: el equipo tiene una temporada tormentosa con tres entrenadores y visitando durante todo el año la zona baja de la clasificación, acabando finalmente con el descenso de categoría en una dramática promoción ante el Levante. Pero personalmente no es mal año para el meta. Pese a que Padrón ocupa las cinco primeras jornadas la portería, a partir de la sexta toma el relevo y no lo abandona prácticamente en todo el año cuajando una buena temporada dentro del mal año gallego. Esto no pasará desapercibido en Madrid.

El estreno en el Bernabeu ante el Indachu: Betancort, Miera, Pachin, Casado, Robles, Echarri, Serena, Suarez, Yanko, Grosso y Bueno

El club blanco le repesca para el comienzo de la temporada 1963-64. Ya no tiene delante a Bagur y Domínguez, aunque siguen Araquistain y Vicente, que serán los que jueguen durante todo el año al alimón. Sin embargo Betancort, a partir del doble partido de presentación ante su publico, jugará, a excepción de uno, todos los partidos amistosos del Real Madrid. A priori puede parecer poco, pero en realidad hablamos de catorce partidos en los cuales tuvo la oportunidad de demostrar su capacidad y valía. Finalmente el trabajo dará sus frutos y Betancort debutará primero en partido oficial en Valencia en abril de 1964 en el viejo campo de Vallejo, y a comienzos de mayo en el bernabéu ante el Indachu en la primera ronda de la Copa del Generalísimo. Este partido también sera el primero de Ramón Grosso tras el retorno de su cesión al Atlético. Aunque hay que reseñar ciertamente que ambos partidos, más la vuelta de Copa, los uso Miguel Muñoz para dar una oportunidad a los jóvenes y a los suplentes en partidos en teoría con rivales fáciles.

El comienzo de la temporada 64-65 da un vuelco a la carrera de Betancort. Debuta en Copa de Europa, por lesión de Araquistain, en Dinamarca aunque con sabor agridulce: el Real Madrid golea 2-5 al Boldkluben 1909 pero en el segundo gol local, un corner muy cerrado, Betancort cegado por los focos no consigue despejarlo correctamente y acaba ‘colaborando’ a que termine en el fondo de las mallas. No le deja que le afecte y por fin le llega la titularidad en el primer equipo, aunque le obtendrá nuevamente favorecido por otra lesión de Araquistain durante el partido contra el Zaragoza. Desde ese momento será el titular en las tres competiciones y, aunque el Real Madrid caerá en Copa de Europa ante el Benfica y en Copa del Generalisimo ante el Atlético, en la Liga colaborará activamente en un nuevo titulo para el Real Madrid y logrará, a nivel personal, su primer Trofeo Zamora como portero menos goleado: 15 goles en 24 partidos. Sera el quinto trofeo consecutivo para un portero madridista, señal de la gran competencia de ese puesto.

La tensión de ver la vuelta de semifinales desde casa

La temporada 65-66 es la de su consagración y en la que conseguirá su mayor éxito, aunque acompañado de otro sinsabor. El Real Madrid lucha por la Liga y encara el tramo final como líder, aunque siempre vigilado muy de cerca por el Atleti. En una penúltima jornada dramática, el Real Madrid cae 2-1 en el Camp Nou y el Atleti le adelanta consiguiendo el titulo siete días mas tarde en Sarriá. Sin embargo aún quedaba la puerta de Europa, su Copa de Europa. El Torneo sobre el cual el club había cimentado su expansión internacional le esperaba. Feyenoord, Kilmarnock y Anderlecht habían sucumbido ante el empuje blanco. En semifinales esperaba el Gran Inter que había construido Helenio Herrera. Este plantea un partido en Madrid con cerrojazo y el Madrid tan solo encuentra una vez la llave para abrirlo. Será Pirri quien lo consiga a los 12 minutos. Sin embargo la desgracia se ceba con Betancor. Una jugada en la primera parte, en la que corta un avance de Fachetti, hace que sufra un tirón muscular. Tanto Legido como el Doctor Lopez Quilez revisan al meta, y Miguel Muñoz decide mantener al meta en el campo. El canario acaba el partido aunque como dijo al final, su lesión no perjudicó al equipo puesto que el Inter fue a Madrid a defenderse. Esta táctica de Herrera unida al corto marcador, debaja todo a expensas del partido de vuelta. En San Siro, el canario sería baja por el tirón y su puesto lo ocuparía Arasquistain. El Madrid viaja el infierno de San Siro, cuantas veces hemos oído esto, para salir victorioso. Amancio adelantaba a los blancos y apagaba el fuego local. Fachetti en la segunda parte edulcoró el resultado. Once españoles, el equipo Yeyé, eliminaba a los bicampeones de Europa y del Mundo. Mientras tanto Betancort sufría en casa y al pitido final saltaba de alegría.

El 11 de Mayo el Real Madrid estaría en Heysel. Por desgracia el canario no pudo jugar la final, aunque se desplazó con todo el equipo a Bruselas. Amancio y Serena devolvieron la gloria al Madrid y Gento levantó el trofeo de los Hexacampeones. Icónica es la foto llorando de Betancort en vestuarios. Por un lado alegría del titulo continental, por otro amargura por no poder haber vestido de corto. Sin embargo ni en esos momentos se olvidaba de sus compañeros y sobre todo de su ‘rival’ en el marco: «He sufrido como nunca y me he emocionado ver a mis compañeros batirse como unos bravos frente a un gran equipo, con la suerte y el arbitro de espaldas. La victoria la han merecido sin paliativos. ¿Y Araquistain?, ¡Extraordinario! Él y todos». Quién se lo iba a decir al canario cuando jugaba en aquellos campos de arena donde en su dia jugaron Arocha, Padros o Hilario, que acabaría siendo gran participe de la Sexta Copa de Europa, donde aparecería como integrante de la foto oficial, por petición expresa de Miguel Muñoz, pese a no jugar la final.

Con España, el 27 de octubre de 1965. Betancort, Rivilla, Olivella, Reija, Glaría, Zoco; Ufarte, Pereda, Marcelino, Luis Suárez y Carlos Lapetra

Ademas de este triunfo continental, el año también deparó alegrías a nivel particular para el canario. Pepe Villalonga, el seleccionador nacional, se acuerda de él y le convoca para el viaje a la Pérfida Albión. Primero en Dublín contra Irlanda, con derrota 1-0, clasificatorio para el Mundial del 66, y luego un amistoso contra Escocia en Glasgow que finaliza 0-0. En ambos partidos será suplente por detrás de Iribar, pero la semilla ya esta colocada. En octubre de 1965 Villalonga no se lo piensa, y pese a la importancia del partido, hace debutar a Betancor en el Sánchez Pizjuán. España derrota 4-1 a los irlandeses y acude al desempate de París donde nuevamente el canario sera titular. España ganará 0-1, con un gol de Ufarte, y se clasificará para el Mundial. A Inglaterra ira Betancort como seleccionado junto a Iribar y Reina, pero será el vasco quien jugara los tres partidos. La experiencia será corta, aunque hay que sumar un partido no oficial que España jugó en Pasarón ante el Wiener austriaco como preparatorio, y es que la competencia para el marco español era muy fuerte. Volverá a ir convocado mas veces aunque no volverá a jugar de manera oficial con la española.

Betancort, con los trofeos que conquistó

Los siguientes años la competencia en la portería blanca es fuerte. Van llegando sucesivamente Junquera, Miguel Ángel, Jose Luis Borja y Betancort alterna temporadas en las que juega bastante con otras en las que lo hace menos. Consigue nuevamente el Trofeo Zamora en la temporada 66-67 y alza otras tres nuevas Ligas y una Copa del Rey en el Camp Nou, pero los años avanzan inexorablemente y al igual que él esperó su oportunidad en su juventud, se encuentra con otros porteros que en la misma situación suya de antaño. En abril de 1971 jugará su ultimo partido oficial con el Real Madrid y precisamente ante Las Palmas, el equipo de su tierra. Con 33 años volverá a las Islas, con su familia y su gente para seguir jugando al fútbol con el equipo local hasta que a finales de la temporada 1972-73 optó por la retirada. Allí seguirá ligado al club y en funciones de secretario técnico tendrá gran ‘culpa’ de los grandes fichajes foráneos de los canarios: Carnevali, Brindisi, Morete, Wolff, etcétera.

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Con mi Insignia de Plata en un lugar privilegiado e intentando llegar a la de Oro, nada se puede comparar a la 7ª cuando uno ha sufrido todas las decepciones europeas de la segunda mitad de los 80. Abuelo, lo que hubieras disfrutado con los 11 de blanco, ya tenemos el doble de Copas de Europa desde que te fuiste y aquí seguimos, disfrutando y recordando a todos aquellos que de una u otra manera han hecho posible que seamos lo que somos.