APO 0 – 6 RM: La pegada estaba en Chipre

El Real Madrid se clasifica matemáticamente para los octavos de final tras golear al APOEL con dobletes de Cristiano y Benzema y goles de Nacho y de Luka Modric. 14 tiros y seis goles

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Ahí, junto a la Puerta Famagusta de la ciudad de Nicosia, estaba escondida la pegada del Real Madrid, que emergió como un rayo ante el APOEL y retumbó como un trueno en una noche de otoño por toda Europa. El actual bicampeón de Europa, el mismo que anda trastabillándose en la Liga española, está en octavos de Champions, otra vez, 26 liguillas superadas en 26 intentos, casi nada. Fue un 0-6 rotundo, no tan brillante como el resultado puede hacer pensar, porque el equipo chipriota da para lo que da y eso se nota, y con muchas buenas noticias en las filas blancas.

Para empezar los goleadores, porque marcaron Modric, sumido en una melancolía tremenda pero tan sobreprotegido que nadie ha recordado hasta ahora, al marcar el 0-1, que llevaba sin ver puerta desde septiembre de 2016; porque marcó Benzema y por partida doble, un tanto en una brillante jugada colectiva junto a Kroos y Cristiano y el otro tras una asistencia del luso, que debió pensar que su ansiedad por marcar es menor que la de Karim y le regaló el tanto del doblete; también vio puerta Nacho, gol de pillo de un defensa que no está siendo tan brillante como el curso pasado aunque siempre cumple; y doblete de Cristiano para cerrar el resultado, al luso le pones una Copa con orejas delante y se le caen los goles de los bolsillos.

Tampoco es que el juego del Madrid fuera excesivamente brillante. Arrancó el encuentro extraordinariamente plano, como viene siendo habitual, y tan insustancial en las dos áreas que desespera: poco acierto arriba y poca contundencia detrás. La animosidad y sudores del APOEL, lo único que podían ofrecer para contrarrestar a los blancos, era suficiente para que el partido fuera una nada insustancial, pero el Madrid anotó el 0-1 y los locales se desplomaron, casi literalmente: hasta el 0-6 no volvieron a hacer algo con sentido sobre el campo. Imagínense cómo jugó de mal y qué pocas cositas hizo que su público silbó con ganas su desempeño. El público también es chipriota, valga decir.

Total, que tras machacar sin piedad al APOEL en ese tramo de partido y decidir no hacer más sangre, el Madrid ya está en octavos. Allá por febrero será la hora de calibrar si la puntería escondida en Nicosia apareció para quedarse o si, por el contrario, se la requisaron de vuelta en la aduana.