Félix Quesada: el primer Balón de Oro lo ganó un madridista en 1926

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Felix Quesada recibe el Balón de Oro de la Asociación de la Prensa, en 1926
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Dentro del maremágnum mediático en lo que se han convertido algunos trofeos individuales, el Balón de Oro se lleva la palma. La concesión del mismo a uno u otro jugador, en los últimos años un duopolio entre Cristiano y Messi, ha hecho que en la Prensa deportiva se luchen verdaderas batallas según los intereses partidistas de cada periodista. Sin embargo, en este reportaje no vamos a valorar la justicia de la concesión de este trofeo a uno u otro jugador, sino que vamos a bucear en la historia madridista para descubrir que en el lejano 1926 un jugador madridista recibió un Balón de Oro, el primer Balón de Oro de la historia, mediante sufragio popular. Veámoslo.

La Copa y las once minicopas.

De cara al comienzo de la temporada futbolística madrileña 1926-27, la Asociación de la Prensa de Madrid pidió colaboración al Real Madrid para organizar un partido cuyos beneficios repercutieran en la propia Asociación. Esta formula, que hoy nos puede parecer extraña, fue habitual sobre todo en la década de los 50 y los 60, ya que los clubes colaboraban activamente con dichas Asociaciones. El partido se programo para las 17:00 del 23 de septiembre de 1926 en el viejo estadio de Chamartín, donde jugaría el conjunto local ante el Sevilla, un partido entre los Campeones Regionales vigentes de la zona Centro y Sur. Hay que recordar que el Campeonato de Liga aún no existía y los equipos jugaban competiciones regionales.

El Balón de Oro de 1926

Para darle mayor realce al encuentro, la Asociación de la Prensa encargo una gran Copa de plata para entregar al equipo vencedor y once copas de menor tamaño para sus futbolistas (en aquella época no había cambios). Además, reservaba otro trofeo, un balón de oro de 18 quilates y un diámetro de 10 centímetros. El trofeo seria adjudicado al mejor jugador del partido mediante la votación del publico asistente al partido, que debería personarse en las oficinas de la propia Asociación para entregar su voto. Dado que el estadio del Real Madrid por aquel entonces no estaba en Madrid capital, sino en el municipio de Chamartín de la Rosa, la Asociación también gestionó el aumento de la cantidad de tranvías que llegaban a los aledaños del recinto para que el publico pudiera desplazarse con mas facilidad.

La idea del Balón de Oro surgía de un trofeo similar que había realizado la Asociación de la Prensa para el mundo del Toro, en concreto había entregado días antes la «Oreja de Oro» al toreo vasco Martín Agüero, tras votación popular efectuada tras la Corrida en Beneficio de la Asociación disputada en el mes de Julio en Madrid. La entrega se efectuó en la Plaza de Toros de Vista Alegre en Bilbao.

Un lance del partido entre Madrid y Sevilla

El día del partido, Chamartin no presenta un lleno aunque sí una muy buena entrada. Además de jugarse en un día laborable y con un calor sofocante, por aquel entonces existía un conflicto entre el gremio del Taxi y el Ayuntamiento (parece 2017 pero era 1926) por lo cual se hizo mas difícil el traslado de los hinchas al estadio madridista. Una gran ovación recibió a ambos equipos a su salida al césped. El Sevilla, aunque jugara como visitante, vestía con su uniforme habitual de color blanco, recordemos que en aquellos años era deferencia del conjunto local que el visitante vistiera con su uniforme habitual, mientra que el Real Madrid jugo con los colores de Castilla, de morado. El Madrid jugo con Martinez, R. Uribe, Quesada, Benguria, Álvarez, Jose Maria Peña, Menendez, Felix Perez, Monjardin, L.Uribe y Del Campo. El Sevilla lo hizo con Eizaguirre, Monje, Sedeño, Iglesias, Ocaña (Victorio), Gabriel, Roldan, Carreño, Caballero, León y Bran. Todos ellos arbitrados por Antonio de Carcer, a la sazón presidente del Colegio Nacional de Árbitros. A la hora del sorteo de campos, sendos banderines fueron entregados por las actrices Aurora Redondo y Carmen Diaz a los capitanes Ocaña y Monjardin.

El Sevilla se presento sin dos de sus mejores hombres: Juan Armet ‘Kinké’, que en la década de los 40 seria entrenador madridista, y el gallego Herminio Martínez, y esto lo acusó. Además, en el primer tramo del partido un choque entre Ocaña y Félix Pérez dejó a ambos jugadores conmocionados y aunque el capitán sevillista volvió al terreno de juego, no tardó mucho en volver a abandonarlo. El Madrid aprovechó poco después para marcar el primer gol por parte de Luis Uribe. El Sevilla acusó el tanto y no fue capaz de impedir el juego del Madrid, que se tradujo en tres goles más obra de Luis Uribe, nuevamente, Iglesias en propia puerta y Félix Pérez. Con el rotundo 4-0 finalizó la primera parte. Tras el descanso el Madrid cedió el juego y el balón al Sevilla, quien dominó por completo pero sin llegar a conseguir mover el marcador. La buena labor en defensa de Félix Quesada y la de Cándido Martínez en la portería lo hicieron posible. La Copa en disputa la obtuvo el Real Madrid, pero sin embargo la entrega de la misma se retrasó. En principio se pensó en hacerlo dos días mas tarde, en la previa del nuevo encuentro amistoso que jugarían ambos equipos en Chamartín. Esta práctica era habitual en la época: los desplazamientos eran costosos, largos e incómodos, por lo cual se aprovechaba el viaje para disputar varios partidos y que los equipos obtuvieron beneficios. En este segundo partido el Real Madrid mostró una cara completamente distinta al primer partido, el Sevilla superó ampliamente el Madrid derrotandole por 1-4. Finalmente, la entrega del trofeo se postergo para hacerlo coincidir con la entrega del Balón de Oro

Una vez jugado el partido quedaba votar, y para ello los aficionados tenían que desplazarse a la sede de la Asociación de la Prensa para dejar allí su voto en unas urnas lacradas al efecto. Mostrando la correspondiente entrada del partido, para demostrar que estuvieron presentes en el mismo, se procedió a la votación. Durante varios días estuvieron las urnas abiertas hasta que el 4 de octubre se procedió, bajo notario, al recuento de los votos. Éste no tuvo color y dió ganador del Balón de Oro al defensa madridista Félix Quesada, que obtuvo 1.154 votos, obteniendo un gran diferencia con el resto: Roldan 177, Martínez 102, Félix Pérez 74 y Monjardin 37. La elección del ganador fue bien acogida, la casi totalidad de la Prensa coincidió que el defensa blanco fue el mejor jugador del partido con bastante diferencia sobre el resto.

Félix Quesada

¿Y quién era Félix Quesada? Nacido poco meses después de la fundación del Real Madrid, comenzó a jugar desde muy pequeño en el equipo del Colegio de San Diego junto a otro futuro madridista, Félix Pérez. Con 14 años ingreso en los infantiles del Recreativo Español para jugar durante varios años en las categorías inferiores y donde fue ascendiendo a la par que iba ganando Campeonatos de divisiones inferiores. Su progresión no pasó inadvertida y, cuando el club desapareció por problemas económicos, dió el salto con apenas 18 años al Real Madrid. En 1922 debuto en el primer equipo, en el que fue un fijo en la defensa blanca durante casi diez años. El fichaje de Ciriaco y Quincoces para la retaguardia le restó partidos en algunas campañas, pero no fue óbice para que siguiera luchando y jugando. No tuvo mas equipos en su carrera y finalmente se retiro en la temporada 1935-36 tras haber disputado cerca de 300 partidos, siendo durante una etapa capitán del Real Madrid. Recibió dos partidos homenaje por parte del club, algo sólo igualado por el genial extremo cántabro Paco Gento. Con la selección española fue 9 veces internacional participando en la histórica victoria española ante Inglaterra (4-3) en el viejo Metropolitano, siendo esta la primera derrota inglesa de su historia ante una selección de fuera de las Islas.

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Con mi Insignia de Plata en un lugar privilegiado e intentando llegar a la de Oro, nada se puede comparar a la 7ª cuando uno ha sufrido todas las decepciones europeas de la segunda mitad de los 80. Abuelo, lo que hubieras disfrutado con los 11 de blanco, ya tenemos el doble de Copas de Europa desde que te fuiste y aquí seguimos, disfrutando y recordando a todos aquellos que de una u otra manera han hecho posible que seamos lo que somos.