Se llama Paul Burgess, tiene 38 años y es el máximo responsable de que el césped del Santiago Bernabéu esté en perfecto estado. Este inglés, que ha pasado los últimos ocho años largos de su vida trabajando para el Real Madrid, mima cada día todas las briznas de hierba del coliseo blanco. Su labor es indispensable: no es Cristiano Ronaldo pero es el Cristiano Ronaldo de los jardineros futboleros, algo que atestiguan sus numerosos galardones: fue considerado el año pasado el número uno por la industria del cuidado del césped, el césped del Bernabéu y el de la ciudad deportiva de Valdebebas fueron considerado los mejores del mundo por la Sports Turf Manager Association (STMA). «Éste último me hace más ilusión porque votaron mis colegas de profesión», asegura el británico.
Mañana tiene ante sí otro reto, un reto ante el que los ojos de medio mundo (al menos según las cifras ficticias y sobreinfladas que ofrece Tebas a través de LaLiga) estarán pendientes. Un Clásico en el Bernabéu, un Real Madrid-Barcelona sobre el césped que él con su fantástico equipo, conformado por 58 personas, se encarga de mantener. «El césped estará mejor que para cualquier partido de Champions», ha explicado a AFP.
Para asegurar eso, Burgess tiene explicación: «En Champions hay un entrenamiento el día previo al partido sobre ese mismo césped, por lo que tenemos menos tiempo de preparación», asegura el inglés. «Para el Clásico hay más preparación, más cámaras que en el resto de los partidos, pero en términos de trabajo es un partido más», señala.
El césped del Bernabéu está conformado en un 90% de hierba y un 10% de malla sintética para mejorar la estabilidad. Esta semana ha sido regado, segado y sometido a iluminación sistemática para evitar el frío de Madrid y la colosal altura del estadio madridista. «El tiempo para el partido será bueno, así que el césped estará en perfecto estado», asegura Burgess a AFP.
