No tiene parangón, ni siquiera si al otro lado de la balanza se colocan a todos los delanteros que compartieron equipo con él durante este 2017 al que le quedan apenas 48 horas para largarse por donde ha venido. Cristiano Ronaldo, el cinco veces Balón de Oro, ha vivido un año raro, con lesiones, sanciones y una catarata de críticas salpicándole casi a diario. Pero sus números no engañan: él solo se merienda a quien le pongan por delante, y casi se merienda a todos los demás juntos. El 47,1% de los goles que han anotado delanteros del Real Madrid durante este año natural de 2017 han sido suyos. Casi nada.
Y eso, poniéndole enfrente a seis futbolistas. Seis, más de medio equipo. Pues él prácticamente iguala los números de esos seis, en la enésima demostración de que, pese a la edad y a la pérdida de explosividad que acarrea, Cristiano sigue siendo una cosa de otro planeta. Él solo ha sido capaz de anotar 42 goles en partido oficial para el Real Madrid durante 2017, por 47 tantos que han anotado entre Benzema, Bale, Asensio, Mayoral, Mariano y Morata en el mismo periodo de tiempo.
Su promedio realizador es, sí, algo más bajo que otros años: se va a quedar en un tanto cada 93 minutos, bajando de la media de gol por partido a la que había acostumbrado al madridismo desde que llegó, pero quedándose en la mágica cifra de Lisboa, menudo guiño al Atlético. Claro, que lo que hacen sus competidores está a años luz de sus cifras. Morata, durante su etapa en el Madrid, logró un gol cada 78 minutos, Borja Mayoral, uno cada 109; Mariano uno cada 145 minutos (marcó sólo uno en 2017 con el Madrid y jugó esos minutos), Asensio un tanto cada 213… Y luego llegan los peores, que son los acompañantes de la BBC: Benzema ha anotado durante 2017 un gol cada 237 minutos, mejor incluso que Bale, quien promedia un gol cada 251 minutos.