Una victoria es la diferencia que hay entre los blancos, asentados en la cuarta posición en un triple empate con Zalgiris y Fenerbahce, y el Panathinaikos, tercero. Asimismo, los blancos aventajan en otra victoria al conjunto ruso, ante el que se enfrentan este viernes. Tras un merecido descanso por jugar cuatro encuentros en ocho días, el Real Madrid de baloncesto retorna a la actividad contra un rival directo en las aspiraciones a los play-off de la Euroliga.
Pablo Laso podrá contar con los mismos jugadores que ante Joventut, si bien es cierto que el técnico blanco espera con entusiasmo el retorno de uno de sus referentes: Randolph. El ala-pívot volverá a entrenar con el equipo la semana próxima y si todo va bien podría volver en Euroliga ante Baskonia, ya que el choque liguero del domingo ante Fuenlabrada sería muy precipitado. Se teme una recaída del jugador por lo que le tratarán con mucho mimo y no arriesgarán para verle lo antes posible sobre el parqué.
El técnico blanco ha señalado como vital ‘secar’ al ruso Shved, ya que en palabras del míster blanco, es el jugador referente en el Khimki no sólo por su aportación en la canasta sino por el juego que distribuye. Es por ello que será intensa la defensa sobre el escolta para evitar que el Khimki se marche en el marcador. Santi Yusta tendrá un papel relevante en este aspecto, ya que Pablo Laso ha mostrado su reconocimiento al canterano ante una temporada tan buena en la que aprovecha cada ocasión para dar lo mejor de sí mismo. Sin embargo, las miradas se volverán a centrar en el pívot NBA blanco, Edison Tavares, quien ha cuajado unas muy buenas últimas actuaciones que han permitido a la defensa bajar el promedio de puntos recibidos, será el encargado de proteger la pintura. Laso destacó la labor del escolta ruso dentro de Khimki, pero señaló como importante a Honeycutt, quien se ha erigido como guardaespaldas de Shved. La receta para lograr la undécima victoria está hecha, ahora falta ponerla en práctica.
