De momento no hay un tigre en el baño, ni un bebé en un armario y a nadie le falta un diente aunque Cristiano Ronaldo tenga un ojo a la virulé. Pero el Real Madrid visita Mestalla en la sobremesa de hoy sábado todavía aturdido por el Rophynol, con algo parecido a la madre de todos los resacones, que dura desde que ganara las dos Supercopas en agosto. El partido con el Valencia (16:15, BeIn LaLiga) puede ser la vuelta a la consciencia o la boda con una stripper. Casi nada.
Los de Zidane andan aún aturdidos de la que les está cayendo. Desde que se impusieran con toda solvencia en la Supercopa van haciendo eses por la carretera y sólo faltan dos curvas para saber si se cae por el barranco o consigue llegar a meta, aunque sea con la junta de la trócola humeante y con la imperiosa necesidad de apretar tornillos y poner ruedas nuevas. La primera curva llega en poco más de dos semanas, el PSG, pero la segunda comienza a trazarse hoy y llega hasta mayo: o el Real Madrid comienza a ponerse las pilas en Liga de verdad o puede quedarse fuera de Champions. Ésa es la realidad.
Sin Ramos ni Isco, lesionados, todo apunta a que Zidane tirará de su equipo más de gala posible incuyendo a una BBC que jamás ganó al Valencia en Mestalla para tratar de no aumentar la sensación de catastrófico desplome. Pero el estadio valencianista es terreno casi vetado para este Real Madrid: de los últimos 27 puntos en disputa ante los ché en su feudo, los madridistas sólo han sacado menos de la mitad, trece. Y allí mismo el club blanco clavó la cabeza de Rafa Benítez en una pica para poner en el banquillo a Zidane. Esta vez, una derrota blanca no debería tener las mismas consecuencias, pese a que Zizou esté cada vez más cuestionado. El club blanco no tiene recambio para él, porque no hay nadie en toda la estructura del club que pueda desempeñar el papel de primer entrenador temporero. No hay un Molowny o un Del Bosque, vaya.
El Madrid no gana fuera de casa desde hace cuatro partidos: la derrota en Girona fue seguida con tres empates (Metropolitano, San Mamés y Balaídos) y ahora toca otro hueso duro. Al menos el Valencia, desgastado por su eliminatoria copera ante el Alavés y con la mente en las semifinales del torneo del KO ante el Barça, parece que dará descanso a varios de sus puntales, Kondogbia y Zaza entre ellos. Habrá que ver si el resacoso Real Madrid es capaz de enderezar el rumbo en un estadio extraordinariamente hostil.
