RM – RSOC: El diván del psiquiatra

Real Madrid y Real Sociedad, dos equipos sumidos en sendas crisis, se miden en el Bernabéu (20:45, Movistar Partidazo) para lamerse las heridas. Ensayo general contra el PSG: juega el equipo de gala

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Quedan cuatro días para que Neymar, Mbappé, Cavani y un grupo de animosos tipos procedentes de París pisen el césped del Santiago Bernabéu. 96 horas antes de esa cita, marcada en rojo en el calendario del madridismo como si, de conseguirse ganar, no quedasen por delante seis partidos más para que la temporada no sea un bochorno, aparece por Madrid la Real Sociedad (20:45, Movistar Partidazo) en un encuentro que debería disputarse en el diván de un psiquiatra y no en un estadio de fútbol. Dos de los tres equipos que más rematan a puerta de LaLiga y que andan sumidos en sendas crisis en las que aún no vislumbra si han tocado fondo o la sima es aún más profunda.

Son dos equipos netamente ofensivos. El Madrid, porque lo lleva en las venas. La Real, porque Eusebio Sacristán, su entrenador, no sabe jugar a ser trilero. Equipos que disfrutan con los espacios, con los balones a la espalda de los defensas, que saben triangular y despitar al adversario si tienen el día… Pero que sin puntería, a lo que hay que añadir una extraordinaria fragilidad defensiva, se convierten en vulgares. Así que así andan los Reales, Madrid y Sociedad, antes de empezar el partido.

El Madrid de Zidane se tomará el encuentro, de nuevo, como un ensayo general ante los parisinos. Zizou alineará a su once de gala, previsiblemente, y de los titulares ante el PSG sólo se espera que descanse Nacho: con la ausencia de Carvajal, cualquier contratiempo que sufra el canterano, su sustituto, provocaría un descalabro considerable que nadie quiere. El resto, lo de siempre, con diez hombres intentando recuperar sensaciones. Aseguraron a la directiva que lo harían ante el Levante, con el resultado que todos conocemos: 2-2 y otra vez una imagen funesta durante el tramo final del encuentro. Ya no queda más que este partido para cargar la pila de la confianza, así que ellos sabrán.

Mientras, la Real se presenta con una tropa de ex madridistas (Llorente, Illarra y Canales), otro que se cayó de la convocatoria ayer (William José) y uno más que tiene pinta de que puede ser madridista en breve (Odriozola). Un equipo que sabe jugar pero que esta temporada está pagando demasiado caro el pésimo año de su portero, un Rulli que estaba llamado a ser una estrella de esto pero que debería ser el primero en sentarse en el gigantesco diván de psiquiatra en el que se ha convertido este encuentro.