RM 3 – 1 PSG: Todas las velas a Cristiano

Dos goles de Ronaldo sacan al Madrid del aprieto en el que le metió el PSG y que arregló Emery. Rabiot adelantó a los franceses y Marcelo le dio vida a los blancos para la vuelta en París

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Si hay carro él es el cochero. Si es un barco, es el Almirante de la flota. Cristiano Ronaldo, siempre Cristiano. The Best y The Beast, el Mejor y la Bestia. El siete apareció de nuevo, como lleva haciendo desde 2009, para aupar al Madrid cuando éste agonizaba pidiendo la hora. Dos goles, dos, uno de penalti al borde del descanso y otro de rebote quién sabe con qué parte de su anatomía, desparramaron a un PSG que dominó el encuentro pero al que condenó la cicatería de Emery. Marcelo apuntilló el tercero en el Reino de Cristiano cuando Asensio había irrumpido sobre el césped como un huracán. En París habrá que poner pelear, pero el Madrid sigue vivo.

Fue un partido de los que acostumbra el MAdrid en los últimos tiempos. Se mató a correr en el primer tiempo, con Isco sorprendente titular en lugar de Bale. El malagueño presionó hasta la extenuación y el resultado era que el PSG vivía encerrado en su área, aunque cada vez que salía a la contra daba una sensación de peligro que hacía vivir al Madrid al borde del infarto. Un paradón de Areola a Cristiano frustró la mejor ocasión de un equipo, el doce veces campeón de Europa, que parecía a punto de marcar… Hasta que Mbappé se fue de Marcelo, metió el balón al área, Ramos se olvidó de encimar a Cavani y la dejada del uruguayo la remachó Rabiot. El 0-1 que tanto se temía estaba en el marcador a la media hora de partido.

El Madrid, sinceramente, reaccionó fatal al gol. Se descolocó. Rabiot comenzó a aparecer para llevar la manija, Nacho se las tenía tiesas con Neymar y Cavani se descolgaba por las dos bandas provocando el caos. PEro cuando más fuerte parecía el PSG, Lo Celso, un imberbe en los octavos de Champions, cometió la torpeza del día a segundos del final del primer tiempo y tras un paradón de Areola a Benzema: se llevó a Kroos puesto. El empate, 1-1, hacía justicia a lo visto sobre el césped, y daba pie a un segundo tiempo que se esperaba apoteósico.

Pero no fue tal. El PSG se hizo con el balón y el Madrid, que andaba con la lengua fuera, se refugió alrededor de Navas buscando una contra salvadora que no llegaba. El equipo de Emery era dominador absoluto de todo lo que sucedía sobre el campo, pero Emery pecó de amarrete con ese 1-1: quitó a Cavani para meter a un lateral, Meunier, y colocar a Alves de extremo. Y el PSG se deshilachó.

Porque al partido compareció Asensio, que destrozó a Meunier cada vez que le encaró. De sus botas partieron los dos goles madridistas de un Real que pedía aire, pero que se encontró con dos goles que le ponen la eliminatoria bien, muy bien. Cristiano, no sabe ni él con qué, y Marcelo apuntillaron a los franceses, en los que Neymar fue puro teatro, como siempre. El 6 de marzo nos vemos en la vuelta. Toca sufrir, así que vayan poniendo todas las velas al de siempre: a Cristiano Ronaldo. A The Best.