LEG 1 – 3 RM: Sin caretas

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Minuto 29. Kovacic recupera un balón algo tirado a la izquierda. El balón pasa por Ramos, de nuevo Kovacic, Benzema, Casemiro, otra vez Karim y Lucas Vázquez, antes de regresar a Casemiro para de tiro raso superar a Cuéllar. La jugada más virtuosa del partido, quizás incluso de varios partidos atrás, la culminó el catorce madridista con un gol, que certificaba una remontada tras el enésimo empanamiento de salida. El Real Madrid ganó 1-3 al Leganés en Butarque volviendo a mostrar sin tapujos sus dos caras. Es Carnaval, pero los de Zidane no tienen disfraz.

El Madrid, sin Kroos, Modric, Marcelo (lesionados) y Cristiano (por decisión técnica) se presentaba en Butarque además sin Bale, que tiene cara de ser el nuevo Ceballos: banquillazo. El galés de momento juega ratos en las segundas partes, pero los pies le huelen a polvorosa, huela a lo que huela eso. Ceballos, el pobre, se ha quedado para 18 segundos cada tropecientos meses: eso es lo que Zidane le sacó al campo en Butarque en lo que pareció más una mofa que un premio.

Pero volvamos el partido. El Madrid comenzó perdiendo muy pronto, 0-1, tras un despiste defensivo de Ramos y Theo tras un córner, la misma jugada con la que el Leganés eliminó al Madrid de la Copa del Rey, con premio y bonus especial para el ex canterano atlético, extraordinariamente blando. Pero los de Zidane tuvieron la fortuna de que cuando hay menos vacas sagradas por el campo significa que juegan Lucas y Asensio, los dos jugadores más en forma del equipo, así que la cosa se enderezó pronto con gol del gallego, a los diez minutos. 1-1 y caía al suelo la careta del equipo sin alma para sacar la del lobo estepario que descuartiza rivales. El gol de Casemiro referido en la entradilla de esta crónica sellaba el 1-2, con Benzema desatado, Lucas y Asensio mordiendo y el Madrid dominando, y todo apuntaba al típico partido goleada fuera de casa. Pero no.

Porque el Madrid volvió a dejarse los colmillos postizos en el vestuario tras el descanso y certificó una segunda parte absolutamente plomiza. Las dos caras del equipo quedaron de nuevo expuestas. Benzema se diluyó, Isco se enredó con todo lo enredable, el equipo perdió frescura y aquello pudo ser peor si Casilla no hubiera sacado una buena mano ante Beauvois en un despiste tremendo de Varane. Pero no fue gol, el Leganés tampoco tenía dientes y aquello estaba claro que iba a acabar así. Salió un ratito Bale y salió un ratito absolutamente vergonzante Ceballos. Entre medias, Ramos marcó de penalti tras un claro derribo a Kovacic. 1-3. El Madrid ya está al día. Con sus dos caras pasado Carnaval, pero sin caretas. Es lo que hay.

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Yo vi jugar a Del Bosque, así que llevo unos cuantos años yendo al Bernabéu. Socio desde 1986, mis recuerdos van ligados al Madrid del Di Stéfano entrenador, el de los cinco subcampeonatos, que me forjó en madridismo ante los malos tiempos, y al de la Quinta del Buitre, la poesía y las pelotas hechas fútbol. Desde 1996 dando la barrila en esto del periodismo deportivo, aunque hace años que es mi hobbie y no mi profesión.