Conviene no engañarse: Zinedine Zidane podrá decir en rueda de Prensa que el segundo puesto es el objetivo, pero no deja de ser un sinsentido. El único objetivo real del Madrid en Liga es ser campeón y, si eso no sucede, asegurar puesto en Champions. La próxima edición parece ya más que abrochada a estas alturas de temporada, así que ser segundo o cuarto preocupará a los que necesitan un entretenimiento, pero poco más. Con esos mimbres, el Real Madrid recibe hoy al Girona (20:45, Movistar Partidazo), el equipo con el que empezó todo, que diría Piqué. Unos días después del teatrillo del 1-O, el 29 de octubre, el Madrid visitó Montilivi, Isco adelantó a los blancos… y los de Zidane se desplomaron sin que les diera tiempo a poner las manos. Adiós Liga, adiós.
Fue el principio del final, o el final del principio, que casi es lo mismo aunque no lo sea. La Liga se escapó ya casi irremediablemente y el equipo entró en un bache aterrador que les llevó a no ganar un partido lejos del Bernabéu hasta el 18 de enero. Sí, el segundo puesto puede ser el objetivo. Pero si lo fuera realmente, si hubiera que darlo todo para serlo, Sergio Ramos no estaría hoy en su casa. Y lo está, porque no ha sido convocado. Eso hace pensar que habrá rotaciones pensando en el parón de selecciones que se avecina con la Semana Santa: Bale tiene que viajar a China y lo normal es que sea titular, juegue un rato y le cambien para que tenga tiempo de descansar antes de viajar al país asiático, por ejemplo. En cualquier caso, y como viene siendo costumbre, tratar de descifrar un once de Zidane en un partido que no pasa de ser un partido de relleno es una tontería: saldrán once, que de momento parece lo importante.
Mientras, el que sí se juega algo es el Girona, que tiene posibilidades reales de llegar a puestos europeos. Con el liderazgo de Maffeo y Portu sobre el campo, el primero en defensa y el segundo en ataque, el equipo de Pablo Machín ha sorprendido en su primera campaña en Primera y, salvo por la imagen blandurria y difuminada que dio en el Camp Nou, se ha mostrado como un equipo bien trabajado y que sabe lo que quiere. El Real Madrid también sabe lo que quiere: la Champions. Y eso de la Liga no es más que el estorbo de todas las semanas, como tener que ir a comer a casa de la familia política.
