Parecía hecho. Las dos partes querían. Quería el Real Madrid y quería Thibaut Courtois. Todo parecía encaminado a que ambos lados del río construyeran un puente que permitiera que se encontraran en su mitad, con el meta belga defendiendo la portería del Santiago Bernabéu los próximos años. Pero dos hechos han provocado que la operación se haya enfriado, y mucho. La primera tiene que ver con el Real Madrid. La segunda, con el propio portero belga.
Al Real Madrid le entraron las angustias tras las prestaciones de Courtois en el Nou Camp, en el Barcelona-Chelsea de Champions. Dos goles de Messi por entre sus larguiruchas piernas, uno de ellos en el minuto dos de partido, que tumbaron a su equipo. Y al Madrid se le aparecieron las pesadillas: no pueden tener como portero a uno al que Messi le ha pillado el truco. Así que suenan ya voces dentro de las oficinas del Bernabéu acerca de la poca idoneidad de fichar a Courtois.
Mientras, a Courtois lo que le pasa es que el PSG le anda regando los oídos. El belga tiene una oferta de renovación de seis millones de euros al año por parte del Chelsea, una cifra que le iguala el Real Madrid, pero Antero Henrique, director deportivo del equipo parisino, casi dobla la apuesta con tal de llevarle a París, donde Areola y Trapp ya saben que sobra uno de cara al próximo curso. Sí, el PSG busca portero. Y es imposible luchar contra las cantidades que maneja el club del estado de Qatar.