Tras la brillante victoria ante el Cerceda, el Castilla de Solari respiró aliviado. Comenzaba a amenazar la posibilidad del descenso -aunque de manera improbable- y era el momento de dar un golpe a la mesa para lograrlo. Dicho, y hecho. Sin embargo, el resto del grupo también cumplió y la victoria sorpresiva del Pontevedra ante el Navalcarnero en el municipio madrileño, hizo que la distancia que separa al Castilla del playoff de descenso sea la misma: siete puntos.
Por todo ello, y aún con quince puntos en juego, la amenaza del descenso sigue existiendo. Es una amenaza leve, frente a la que hay tener especial cuidado, pues puede ser bastante delicada. Así que el siguiente paso será derrotar al Toledo, en el Salto del Caballo, un encuentro muy importante pues este año el equipo manchego ocupa posiciones de descenso y necesita sumar tres puntos sí o sí.
El resto de rivales del Castilla hasta el final de temporada son Fuenlabrada (3°), Sanse (9°), Racing de Ferrol (17°) y Valladolid B (14°).