RM 1 – 3 JUV: Cristiano regala una vida extra

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El Madrid estuvo al borde del descalabro, y le faltó un nada. Un penalti, con el que se vio beneficiado en el alargue del partido, le permitió eludir una prórroga en la que parecía muy inferior a su adversario y plantarse en el sorteo de semifinales del viernes. Porque la Vecchia Signora jugó un partidazo, aprovechando todas las debilidades blancas y castigándolas como Mohammed Ali, para ponerse 0-3 y poner al Bicampeón de Europa al borde del precipicio, a falta de un pestañeo…

Fue un partido extrañísimo, donde todo lo que el Madrid tenía que tener en cuenta para no complicarse tras el 0-3 de la ida salió mal. Lo primero, encajar un gol en el minuto dos, error de los laterales (uno, Marcelo, dejando centrar a Khedira; el otro, Carvajal, no cerrando el segundo palo) para que Mandzukic ametrallara a Keylor. Por ahí empezó la deriva tremenda del Madrid en un choque que dejó al descubierto las enormes lagunas que tiene, ya, este equipo, tras tantos años juntos.

La segunda fue que el Madrid, que ganaba por tres goles tras el resultado de la ida, por dos tras el tempranero tanto juventino, se lanzó a por un intercambio de golpes que no le favorecía en nada, como si tuviera la necesidad de marcar. Le costó veinte minutos engancharse al partido, porque en el arranque fue un pelele ante la presión adelantadísima de la Juve, pero en el intercambio salió perdiendo. Bale, que cuajó un partido horroroso (o una siesta horrorosa, cualquiera sabe) tuvo una ocasión de espuela clarísima, pero no entró. E Isco, el único al que no le quemaba el balón, aunque como siempre le quemaba tan poco que lo sobaba en exceso, vio cómo Buffon le desbarataba un uno contra uno. En el otro área, Mandzukic, en jugada calcada a la del 0-1, hacía el segundo de la Juve y el cielo comenzaba a desplomarse sobre las cabezas del madridismo.

Zidane decidió meter a Lucas Vázquez y Asensio por Casemiro y por Bale, pero aquello no dio resultado. El gallego estuvo extraordinariamente apagado, cosa extraña en él, y la Juve seguía llevando el partido a lo que quería. Keylor mantenía al Madrid vivo de milagro, pero tuvo un error garrafal que permitió a MAtuidi marcar a puerta vacía. 0-3. Tocaba empezar, un partido de treinta minutos, pero si la Juve marcaba el Madrid, que estaba ya fuera física y mentalmente, estaría virtualmente eliminado.

Fueron treinta minutos tremendos, de una intensidad que sólo equipos de este calibre pueden dar, con la tensión del resultado pendiente de un hilo. El Madrid fue con todo, conocedor de que en la prórroga tenía todo que perder. La Juve no se rindió. Y cuando el partido agonizaba hasta en el alargue, Benatia cometió un penalti tonto sobre Lucas que le permitió a Cristiano Ronaldo, que no desaprovechó el lanzamiento, regalarle al Madrid una vida extra. Ahora queda saber si le servirá para llegar y ganar en Kiev o no. Pero ahí la tiene.