MAL 1 – 2 RM: Un Madrid de dos velocidades

Isco, gran partido, y Casemiro, que sigue en línea descendente, allanan la victoria de un Madrid tikitakero en Málaga. No hubo lesionados, Benzema no marcó y jugó Ceballos

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Con la velocidad de La Liga, ésa en la que hasta un caracol cuesta arriba es más veloz y le pone más ganas, el Madrid ganó 1-2 en La Rosaleda y sigue con su ritmo liguero, muy diferente al que marca en Champions. Los goles de Isco y Casemiro certificaron la superioridad madridista ante un Málaga sin punch y que en la primera parte fue ampliamente sobrepasado por el sobeteo de balón de su adversario. Tres puntos más y un día menos para Múnich.

El partido fue el habitual del Madrid en esta temporada, que no sabes si te va a robar el reloj o a regalarte un coche. Y los dos jugadores que mejor ejemplificaron esa situación fueron Isco y Casemiro. El primero, siempre bajo sospecha debido a su inconsistencia, fue el mejor de largo de los blancos. El segundo, una garantía de vida, estuvo horroroso y ni su gol, de empujarla, sirve para que preocupen, y mucho, sus pobres prestaciones en este momento de la temporada.

Eso es lo que es este Madrid: un equipo en el que lo que funciona un día desaparece por arte de magia y lo que no ha servido nunca de nada se convierte en la Piedra de Rosetta que descifra los entresijos de este deporte y te hace ganar y ganar y volver a ganar. Isco, que estaba atravesando un periodo extremadamente plomizo, llegó a Málaga y, como Super Ratón, se hipervitaminó y se mineralizó. El Madrid, de repente, se cascó un partido de esos de Tikitaka, lo mismo que antes se llamaba Limpiaparabrisas, el balón de una banda a otra con cero profundidad (salvo las arrancadas de Kovacic), y ahí Isco, por su atrevimiento, brilla. Marcó de falta directa y con la ayuda de Roberto, en la tercera ocasión clara que tuvo el Madrid en el partido tras un error clamoroso de Lucas Vázquez y un mal remate de Benzema. Y también le dio tiempo a asistir en el 0-2 y a marcharse aclamado por la gente de su casa.

En ese Tikitaka, Casemiro sufre, claro. Él es de chuletón y si le ponen ancas de rana se encuentra desubicado, es de los que usan el tenedor de postre. Anda además el brasileño sumido en una especie de depresión en la que no se sabe muy bien por qué se ha metido: tiene más dificultades que nunca en la salida y en la circulación, llega tarde a muchas coberturas y pierde el sitio con facilidad. Marcó un gol, sí, pero poco antes estuvo a punto de regalarle el empate al Málaga con un error impropio de un futbolista no sólo del Real Madrid, sino de Primera División.

Anduvo por el campo Benzema, por cierto. Dio un buen pase en el arranque del segundo gol madridista, pero… Sigue peleadísimo con el gol, o mejor dicho, con el remate. O llega tarde, o llega pronto, o se le meten por en medio, o le tapan el hueco o… Lo que sea. Pero ahora mismo apostar por un gol de Benzema es como hacerlo porque mañana dormiremos en Marte.

En fin, que el Madrid ganó y no se lesionó nadie, aunque Keylor trató de probar el costillar de Vallejo en una salida al bulto y acabó encajando un gol en una jugada de esas de Benny Hill en el último balón del partido. Jugó Ceballos, que por lo que se ve sigue en la plantilla, y también Mayoral. El Bayern ya asoma por el horizonte y huele a madera quemada…