La temporada 2017/2018 no será recordada en la Ciudad Real Madrid por las buenas sensaciones de los arietes cara a gol. Más bien lo contrario, pues con base en los datos de la fase regular de cada equipo, es muy complicado encontrar a un jugador que sea pichichi de su categoría, y al mismo tiempo, promedie más que un gol por partido. Tal es así, que hay que analizar hasta el Cadete B de Pedro Sánchez para encontrar un Cachorro de Valdebebas que cumpla esas características: y ese no es otro que el genial Israel Salazar.
Quizá no sea la cara más conocida de este equipo, pero ‘Sala’ es uno de los jugadores con mayor potencial de La Fábrica, y de los más seguidos por los estudiosos de cantera. Proveniente del Flecha Negra de Badajoz, cumple su tercera temporada dentro de la casa, y destaca por su olfato goleador, su físico, su conducción de balón, y especialmente, por su capacidad de involucrarse en el juego de su equipo, no siendo un simple rematador al uso.
No en vano, y como ya indicábamos, es el pichichi de la categoría que milita (Grupo 2° de la Primera División Autonómica en categoría Cadete) con 32 goles en 24 partidos disputados -solo uno de ellos de penalti- con un promedio de 1,33 goles por partido. Una cifra que -con suerte- se aumentará en el partido de mañana ante el Trival Valderas. Un triunfo que se antoja fundamental para los pupilos de Pedro Sánchez que se encuentran líderes sobre el Leganés, por un punto de diferencia, aunque con un partido más disputado que los pepineros.
No quiero perder la oportunidad de hacer justicia también a Latasa, pichichi del Juvenil C y del Grupo 1° de Primera División Autonómica Juvenil, que con 23 goles en 26 encuentros casi logra promediar un gol por encuentro.