A lo que ilustra esta entrada le llaman «el palco de las presentaciones», pese a que no es más que un anexo al palco de honor que se utiliza durante todo el año para multitud de eventos corporativos organizados en el Santiago Bernabéu. Ese «palco de las presentaciones» debe estar a punto de ser licenciado por falta de uso, dado que el Real Madrid se ha alejado, quién sabe si definitivamente, de los fichajes pomposos, sorprendentes y extremadamente caros. En los últimos cinco años, los que coinciden con la presencia del equipo blanco en cuatro finales de Champions (y de momento tres títulos, el sábado veremos si cuatro), el Real Madrid está extremadamente alejado de los equipos que más gastan en fichajes del mundo. Este Real Madrid triunfante no acude al mercado. Quién lo iba a decir, teniendo en cuenta el modelo de negocio del club.
Los datos son demoledores. Estos cinco últimos años, el Real Madrid de las tres Champions (y ojalá de las cuatro) ha sacado la chequera para hacer contrataciones por valor de 457,5 millones de euros. Una cifra que está extremadamente alejada de quien más gastó en ese mismo periodo (2013-2014/2017-2018), el Manchester City, que ha puesto 951,4 millones de euros sobre la mesa para no ganar nada en Europa. O de los 778,04 del Barcelona, que ha ganado la de momento única Champions que dejó libre el Madrid. O los 777,88 del United, que tampoco ganó nada. El Madrid es décimo en esa clasificación global de los que más tiran de chequera.
Los datos, pese a todo, no tienen trampa ni cartón. En el gráfico sobre estas líneas se adivina el gasto de los diez equipos que más acudieron al mercado durante este último lustro: ahí tienen, por delante del Real Madrid, a todos sus rivales en las finales de Champions. Del Atlético del Santo Presupuesto a la Juventus de Todos los Lloros. También el Liverpool. Todos ellos han gastado mucho más para tener las plantillas de las que disponen ahora. Pero si nos fijamos en el saldo, en la diferencia entre el gasto en fichajes y los ingresos por ventas, la foto sigue siendo casi fija entre estos diez equipos, con muy pocas variaciones: el Madrid sería octavo.
Pese a lo demoledor de estos datos, alguno aún dirá que el Real Madrid de Florentino Pérez es una máquina de gastar dinero, y que estas cifras son trampa, porque los grandes fichajes de Florentino Pérez, esos que indignaban a arzobispos y políticos, fueron el primer año de su segundo mandato. Una vez más, los datos desmontan sistemáticamente esa falacia. El Real Madrid sólo ha sido el quinto club que más ha acudido al mercado desde hace diez temporadas, las mismas que lleva Florentino Pérez al frente del equipo blanco en esta su segunda etapa. Y sólo ha gastado 40 millones más que el Liverpool. O 178 menos que el Barcelona.
Así pues, el argumento de un Real Madrid derrochón, que no sabe cómo gastar, que tira el dinero en el mercado sin obtener beneficio alguno en cuanto a resultados, salta por los aires. El modelo de negocio inicial de Florentino Pérez ha cambiado, o como poco ha sido mal copiado por otros equipos, que fichan muchísimo y caro pero sin lograr ningún rédito. El Real Madrid, cuatro finales de Champions en cinco años y, de momento, tres títulos, sigue marcando el paso.
