No conviene llevarse a engaños: ayer, la Instancia de Control Financiero de los Clubes (ICFC) de la UEFA informó al PSG del resultado de su investigación sobre el control financiero del club parisino, bajo sospecha tras las contrataciones de Neymar, Mbappé y Yuri Berchiche del pasado verano de 2017, 407 millones de euros. Lo que suceda no supondrá más que el triunfo de uno de los dos lobbys enfrentados por el asunto: de un lado, el lobby Premier-Ligue1, que quiere manga ancha. De otro, el lobby hispanoalemán, que celebraría con júbilo que la UEFA se crujiera al club francés con una sanción histórica y que pide mano dura contra los clubes-estado y control financiero por los tremebundos ingresos televisivos que la Liga inglesa empieza a repartir este verano.
En París, pese a todo, están calmados. Han descartado por completo una hipotética exclusión de la Champions League, la peor sanción posible, y sólo temen que, de ganar el frente Liga-Bundesliga, les aprieten las tuercas y pogan coto a su mercado de fichajes futuro. Por si las moscas, el PSG ya avanza que sólo Neymar, Mbappé, Cavani y el recién llegado Buffon son intransferibles. Pero aún y así, el club parisino cree que la sanción no será para tanto, porque la UEFA no puede jorobar al fútbol británico, gran aliado en esta pelea contra los designios del Financial Fair-Play.
Al final, Neymar es el telón de fondo de todo este asunto. El Madrid y LaLiga quieren a Neymar de vuelta por el impacto económico que creen que tendría el regreso del futbolista, más aún cuando una marcha de Cristiano Ronaldo de las competiciones nacionales tendría un impacto negativo en las cuentas.
Bajo sospecha, no los fichajes del PSG, ni los sueldos de sus futbolistas, ni siquiera si la cesión con compra obligatoria de Mbappé fue o no legarl. Eso no lo investiga la UEFA. Lo único que ha hecho la ICFC es investigar si tres contratos de patrocinio del PSG son causa de dopaje financiero: QTA, QNB y Ooredoo, patrocinadores del club galo, son también propiedad del Gobierno de Catar, y si la UEFA ve sosprechas de sobreprecio en esos contratos, el PSG será sancionado. ¿Sin Champions, con una severa restricción en el mercado? ¿Una multa económica, o una retención de los premios dinerarios obtenidos por su participación en Champions? Esta semana que entra, la solución.