EGI – URU: Salah tiene tarea

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Ya saben la cantinela: fue Sergio Ramos, que le dio un tantarantán a propósito a Mohamed Salah en la final de la Champions y le desgració un hombro. Hoy, el jugador del Liverpool tiene ante sí una tarea morrocotuda: si el madridista fue capaz de sacarle el hombro en una jugada fortuita, hoy tendrá ante sí a Giménez y a Godín. Y a toda la celeste, la bicampeona del mundo. Egipto se mide a la canchera Uruguay y medio planeta fútbol, todo el que no es madridista, debe estar temiendo por la integridad física del pobre delantero de los faraones.

Es lo que tiene vender un bulo, que luego hay que mantenerlo a lo largo del tiempo. Y si Sergio Ramos es, según el saber popular de los cuentacuentos, poco menos que el Matarife de Camas por aquella jugada fortuita, hoy tocará ir por el mismo camino. Con Luis Suárez, por ejemplo, que regresa al lugar de los hechos tras aquel mordisquito a Chiellini: a un Mundial. Curiosamente, nadie lo recuerda ya, como casi todo lo que le pasa a otros equipos. La memoria selectiva, se llama.

Pero más allá de tonterías pasatiempos, el partido entre Egipto y Uruguay promete. Promete porque Uruguay será lo que sea, pero siempre compite como nadie pese a sus limitaciones (y con Suárez y Cavani arriba, más Godín atrás, es cualquier cosa menos una selección cómoda); y promete porque Egipto ha sido incapaz de ganar un solo partido en un Mundial en toda su historia, y ya va siendo hora. Aunque con Cúper en el banquillo lo que es complicado es que caiga derrotada. Sí, es un buen partido. Aunque no esté Ramos para que se inventen un par de chorradas más.