La cosa iba camino de un ridículo mundial, con España estrellándose con estrépito contra Marruecos, alargue del partido y derrota 1-2 mientras Irán tenía un penalti a favor en su partido contra Portugal que podía dejar a los de Hierro fuera de Rusia 2018. Pero apareció el VAR. Un córner que los marroquíes consideraron que no era, el saque de banda que se saca a toda pastilla con Rodrigo aún fuera del campo y Aspas rematando de espuela al límite del fuera de juego. Todo eso dijo el VAR que era válido (aunque sólo rearbitró la última jugada, de primeras anulada por el linier) y evitó un sonrojo mayúsculo. España pasa como primera de grupo, le espera el domingo a las 16:00 Rusia, pero jugando como lo está haciendo en este Mundial el fin de semana nos volvemos a casa.
Con asistencia de Daniel Carvajal marca gol Iago Aspas y le da el empate a #España
— Planeta Fútbol (@PlanetaFutbolOK) June 25, 2018
El partido de España fue absolutamente deplorable, en todos los aspectos. Iniesta, Silva, Thiago e Isco provocan que el centro del campo de los de Hierro sea absolutamente pésimo en lo físico. Y si encima de creatividad andan mal, sólo a Isco se le enciende la lucecita de vez en cuando, España es más previsible que un Gobierno del PSOE subiéndote los impuestos. Busquets, solo en el centro, se ve incapaz para frenar las acometidas de los rivales cuando salen a la contra, porque la posesión insufrible es siempre española. Como Carvajal y Alba están desastrosos y Piqué y Ramos no se enteran de por dónde les llega el aire, las ocasiones frente a la estatua De Gea se suceden con facilidad pasmosa y acaban en gol casi siempre, o casi. Marruecos tiró cuatro veces: dos goles, una parada de De Gea y un disparo a la cruceta en un chupinazo tremendo de Amrabat.
España marcó dos goles, rondó el área de El Kajoui casi todo el partido, le sacaron un remate ¡de cabeza! a Isco bajo palos… Pero el resto del partido fue absolutamente lamentable. Deplorable. Una circulación de balón lentísima, al pie, sin desmarques por ningún lado, un equipo timorato si el adversario jugaba duro… Lo mejor es que la primera fase del Mundial se acabó. Ahora llegan los octavos. Y no tiene pinta de que llegue nada más: a ver ante Rusia si España resucita.