COL – ING: Café o té

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Colombia o Inglaterra, Café o Té. Quintero o Kane, dos de los jugadores que más han llamado la atención en un Mundial de calidad deplorable pero de emociones desbordadas. Cafeteros y ‘Fishandchiperos’ se juegan los cuartos de final de la Copa del Mundo (20:00, Telecinco) en Moscú, en el estadio del Spartak, cada uno con sus armas y transmitiendo sensaciones muy distintas.

La Colombia de Peckerman se plantó en octavos en plena agonía, remolcada por los testarazos de Yerri Mina y atormentada por la lesión de James, que no se entrenó en la previa del encuentro ante los ingleses y no debería ser de la partida. Los cafeteros acabaron primeros de grupo, sí, pero de rebote y con un premio terrorífico: medirse a una Inglaterra que no juega un pimiento, pero que tiene a Harry Kane, el goleador de moda.

Un delantero de esos que se echaban en falta: no sólo tiene asimilados los conceptos de un delantero moderno, el saber caer a los costados y filtrarse aprovechando espacios entre líneas para que sus compañeros encuentren también posiciones de remate, sino que cumple el cánon clásico, ése que dice que al nueve de tu equipo le lanzas una lavadora y él te mete un gol por la escuadra. Al de Walthamstow se le desparraman los goles de los bolsillos, él lo sabe y tira hasta la extenuación de una Inglaterra limitada, pero con un ariete soberbio.