Francia y Bélgica se daban cita en San Petersburgo en un partido tan atractivo como imprevisible, así como una perfecta muestra de lo que nos deparará el encuentro final. Un objetivo muy claro: poner nombre y apellidos al equipo que se convertiría en el primer finalista del Mundial de Rusia. Y el ‘gallo’ al agua se lo llevó -justamente- el combinado galo gracias a un solitario tanto de Umtiti, quién disputará su cuarta final en esta maravillosa competición.
El encuentro comenzó con una potente galopada de Mbappé por banda derecha mostrando claramente la intensidad con la que contaría el encuentro. En juego había nada menos que lograr la clasificación para la disputa de una final de una edición de una Copa del Mundo, un sueño sin ninguna duda para la mayoría de jugadores que se dieron cita en el encuentro de semifinales.
El primer tiempo contó con dos mitades muy diferenciadas: la primera de ellas fue un monólogo absoluto de Bélgica bajo la batuta de un Hazard que fue de más a menos -como la selección que capitanea- que únicamente se salvaba por el partidazo que Varane y Lloris completaron en la noche de hoy.
Transcurrido más o menos veinte minutos de este primer acto, la película cambió totalmente, y el combinado francés se convirtió en dueño y señor del encuentro. Kanté, Pogba y Mbappé se vistieron de protagonistas y resucitaron a su equipo con un juego más efectivo que brillante y en el que Pavard contó con una situación de uno contra que uno que salvó el descomunal meta belga.
El luminoso se fue al descanso en tablas pero no tardó en alterarse tras Umtiti cabecear en el primer palo un córner en el que Bélgica pudo realizar una mejor defensa, abriendo así la lata.
Tras el gol, el encuentro perdió muchos enteros: Francia decidió dar el balón al combinado centroeuropeo perdiendo así una de sus mejores virtudes: la verticalidad y el contragolpe. Los dos equipos contaron con ocasiones pero la mayoría de ellos sin entrañar descomunal peligro siendo abortado por el poco que había por los guardametas. Hazard volvió a echarse el equipo a la espalda estos minutos finales pero los galos supieron anularle correctamente, y por ende, anular prácticamente a la selección belga que quedó eliminada tras su buen mundial.
