El sueño cumplido de Sergio Reguilón

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Regui sonriente tras su debut en el Bernabéu
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Sergio Reguilón tenía un sueño, el mismo que todo niño madridista, y más si ya de pequeño mostraba cierto talento con la pelota: el de llegar a la primera plantilla del Real Madrid. En este verano de 2018, tras un esfuerzo colosal en lo físico y en lo mental, no descuidando ningún aspecto desde que advirtió que el sueño podía convertirse en realidad, el benjamín de Villalba que llegó a la antigua Ciudad Deportiva ya es un integrante más de la primera plantilla, el dorsal 23 del Real Madrid. Un camino lleno de obstáculos que ha salvado gracias a su calidad, trabajo, condiciones físicas y excelente cabeza.

La historia de Sergio Reguilón es muy similar a la de muchos canteranos: marcada por grandes momentos y otros que, no siendo tan grandes, moldearon su carácter. Fue quemando etapas desde que siendo Benjamín B se ganara su sitio en la estructura de La Fábrica de cara al siguiente año. Rodeado siempre de grandes compañeros, como su casi hermano Álvaro Tejero, desde los primeros momentos, tuvo un papel importante pero nunca fue el más aventajado de la clase. Daba igual, él mantenía su máxima de trabajo ajeno a las irrupciones mediáticas que crecían exponencialmente según iba creciendo en edad. Todo ello ayudado por una familia que le apoyó como nadie y que es parte fundamental de su éxito.

Llegado el último año de juveniles (temporada 2014-2015), uno de los más especiales para todo canterano, el técnico Luis Miguel Ramis le vio una pasta distinta a muchos de sus compañeros. Fue el comienzo de sus éxitos personales al darle mayor protagonismo en momentos importantes y confiarle situaciones tan delicadas como convertirse en el central del equipo durante la parte final de la temporada. No tardó en adaptarse a la posición y sólo dejó un error del que tomó muy buena nota para los siguientes encuentros. Además comenzó a potenciar su físico hasta convertirse a día de hoy en más ‘gacela’ que nunca. Pero todavía hay mucho que contar.

Reguilón, con el brazalete de capitán del Castilla. Foto de @jgonza22.

Tras ese último año revelación para el futbolista, llegó el momento de ascender al Castilla (2015-2016) y si bien pudo debutar con gol decidió marchar al que ha sido su refugio, segunda casa, y lugar de grandes éxitos: Logroño. No se conoce el motivo por el que él y su representante, Ginés Carvajal, eligieron el Logroñés como equipo para dar el salto profesional, pero no pudo ser una decisión más acertada. Si bien no fue titular indiscutible, y jugó sus primeros encuentros como extremo izquierda, su carisma, calidad y asistencias le hicieron tener una especial comunión con la afición riojana que llegó a su punto álgido en la eliminatoria de Copa del Rey ante el Sevilla en la que se llevó a todos al bolsillo, como se llevó al bolsillo la camiseta de José Manuel Reyes: artífice de una de las ligas más emocionantes ganadas por el Real Madrid y a quién admiraba de niño. Porque además de cabeza, físico, calidad y trabajo, Sergio Reguilón tiene un quinto secreto: no hay nadie que le gane a madridismo.

Con la llegada del mercado invernal recibió una llamada inesperada: la de Luis Miguel Ramis, que se acababa de convertir en entrenador del filial blanco tras el ascenso de Zinedine Zidane a la primera plantilla. No dudó ni un segundo en regresar con el técnico catalán, quién contó con él como titular en la defensa como lateral zurdo aunque con nuevos coqueteos a la posición de central. El equipo conquistó el título de su grupo de Segunda B, pero no logró el objetivo del ascenso, lo que amargó la fiesta a jugadores, técnicos y aficionados. Aún así el año fue objetivamente muy bueno tanto para el equipo como para el propio jugador.

La temporada siguiente (2016-2017), comienza la pretemporada a las ordenes de Solari. Sin embargo en plantilla competía con Abner, Quezada y Tejero, y viendo la dificultad de tener la regularidad necesaria para su crecimiento toma una decisión: volver a Logroño con lo aprendido el último año. Y mejor no pudo salir su apuesta: si su primer medio año en la capital riojana fue muy positivo, ahora se convirtió en excelente. Se convirtió en la sensación del equipo jugando como extremo y destapando su nueva faceta goleadora (cuatro llegó a marcar en un mismo encuentro). Pero no se conformó con esos registros que sorprendieron a propios y ajenos, siguió trabajando centrado en el presente pero sin perder de vista su objetivo futuro: regresar a su casa, a la Ciudad Real Madrid. No sin antes despedirse de unos aficionados que casi se alegran más de sus éxitos que muchos madridistas.

La temporada pasada completó una de las mejores pretemporadas de sensaciones personales y se convirtió en uno de los futbolistas más utilizados por Solari quién enseguida quedó encandilado por sus prestaciones, profesionalidad y coraje. Pero especialmente por su liderazgo y fútbol tanto ofensivo como defensivo. El Club tampoco perdió de vista esta evolución increíble del futbolista y le ofreció un contrato de primer equipo a la espera de ver si convencía a su futuro técnico durante la pretemporada. Lo hizo igual que siempre, cumpliendo con su máxima: trabajo y cabeza. En ningún momento se notó que le pesara la camiseta, más bien al contrario. Se le vieron unas ganas y deseo de demostrar lo que era capaz que impresionaron a Julen Lopetegui. Si le añadimos el gran nivel mostrado, pasó lo que tenía que pasar, que el técnico vasco decidió darle una oportunidad que se ganó en el verde: hoy ya puede verse como integrante de la primera plantilla del Real Madrid en la web oficial del club. Un sueño, el primero, cumplido, con el que cumple también su segundo.

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De profesión abogado, sin nada que ver con el periodismo deportivo más allá del ejemplo y las enseñanzas de mi abuelo. Sin embargo, mi devoción por el fútbol base, y mi pasión por el Real Madrid me han traído hasta aquí para informar sobre La Fábrica y ayudar a conocer a los jugadores que la componen, uno de los mayores activos de este gran equipo. Esta será mi quinta temporada colaborando con este medio y espero seguir mostrando la misma ilusión que en las anteriores. Y en la medida de lo posible, seguir colaborando con Real Madrid TV siempre que así se me solicite. Como es lógico, no me responsabilizo de aquello que no escribo. Colaboro con este medio pero no pertenezco ni dirijo el mismo.