El ‘tiburón’ de Alcorcón afronta una nueva temporada en el ostracismo tras perder protagonismo durante la temporada pasada. El hecho de que el futbolista filtrase intencionadamente a los medios de comunicación que el club le estaba presionando para renovar, no ayudó a que Solari le concediese el perdón.
El pasado 25 de julio, en plena pretemporada con el Real Madrid Castilla, el club blanco oficializaba la renovación del Cachorro, que gozó de minutos durante la pretemporada con el primer filial, la cual cerró con un gol en la victoria ante el Numancia. Parecía que las rencillas del pasado estaban perdonadas y que Dani Gómez gozaría nuevamente del protagonismo que necesita para crecer como futbolista. De hecho, si bien no fue titular en el primer choque liguero ante Las Palmas Atlético, disputó la última media hora en la victoria del equipo.
Parecía que las aguas habían vuelto a su cauce pero una vez más Dani Gómez ha querido hacer las cosas difíciles. Quizás por el descontento del ‘tiburón’ por la escasez de minutos, quizás por los malos consejos del entorno que rodea al futbolista, lo cierto es que Dani volvió a firmar un episodio desagradable con el club de Concha Espina al filtrar el interés del Swansea de obtener sus servicios en préstamo para la presente temporada. De hecho, algunos medios como AS dieron a conocer la noticia como un trato seguro y cerrado.
Este hecho parece que no ha gustado nada en el seno del club ni del cuerpo técnico castillista, pues podría entenderse que el futbolista utilizó a la prensa como objeto de presión para salir del club, sobre todo tras el resultado de las negociaciones: fichaje frustrado y castigo para Dani Gómez, quien no disputó ni un solo minuto en el ‘miniderbi’ ante el Atlético de Madrid ‘B’. Este domingo, en el encuentro ante el Unión Adarve se sabrá si el futbolista ha sido perdonado o continúa con un castigo que se ha ganado a pulso.
