Madridistas en la Selección: el tumultuoso adiós de Juanito

Miguel Muñoz y el Eterno Siete del Real Madrid, dos mitos blancos, se vieron envueltos en una agria polémica pública que acabó con el de Fuengirola alejado de la Selección tras el Mundial de España-82

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Juanito, en el España-RF Alemania del Mundial-82. Su último partido con la Selección.
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El Mundial-82 fue un autentico fracaso para la Selección. Partiendo con un grupo a priori sencillo con Honduras, Yugoslavia e Irlanda del Norte, España, selección anfitriona de aquella Copa del Mundo, inició la primera fase con un triste empate 1-1 con los centroamericanos, ganó con ciertas ayudas a los balcánicos y acabó perdiendo con los norirlandeses. Tan lamentable resultado propicio que el grupo para la segunda fase fuera con Alemania e Inglaterra, saldándose con una nueva derrota y un triste empate a cero, con la consiguiente eliminación. La etapa de Jose Emilio Santamaría tocaba a su fin de manera sorprendente, por cuanto si uno miraba la convocatoria de España para el Mundial, sin llegar a ser favorita, sí tenía cierta calidad y buenos jugadores en el plantel: Arconada, Camacho, Gordillo, Alesanco, Zamora, Periko Alonso, Juanito, Santillana, Quini, Lopez Ufarte…

El cambio no se hizo esperar. Santamaría presento su dimisión nada más confirmarse la eliminación de España y Pablo Porta, presidente de la Federación, le dijo que esperara unos días y hablarían. El paso de los horas no alteró la idea de Santamaría, hastiado por una campaña atroz de la Prensa, de algunos jugadores que no veían buenos sus planteamientos y del seleccionador que todo español llevó dentro durante ‘su’ Mundial. Hasta el cantaor Camarón de la Isla llegó a decir que la Selección no era capaz de entonarse ni por bulerias. Para intentar poner cuanto antes tierra de por medio e intentar levantar el ánimo de hinchada, Porta no quiso dejar vacante el puesto de seleccionador durante el verano y pronto empezaron las maniobras para ocuparlo. El elegido fue Miguel Muñóz, el histórico ex jugador y extrenador madridista. El cargo no le era desconocido puesto que en 1969 formó parte del ‘triunvirato’, junto a Luis Molowny y Salvador Artigas, que había ocupado el vacío del banquillo tras no clasificarse España para el Mundial de México-70. Cuatro partidos con dos victorias, un empate y una sonrojante derrota contra Finlandia en Helsinki fue el balance antes del traspaso de poderes de este trío a Kubala.

Porta no tuvo en cuenta aquella etapa de Muñoz y, tras presentar su nombre a la Junta Directiva de la Federación y ésta dar el visto bueno, presentó a finales de julio al nuevo seleccionador, a poco más de tres semanas tras el último partido de la Selección en el Mundial. De primeras, Muñóz fichó por dos años, hasta la Eurocopa de Francia para la cual tenia que jugar la fase de clasificación ante Países Bajos, Islandia, Irlanda y Malta. El primer partido se determinó para finales de octubre de 1982 ante Islandia, en La Rosaleda, por lo cual se esperaba con gran interés la lista de convocados.

Ésta no dejo indiferente a nadie y es que hasta catorce jugadores convocados para el Mundial desaparecieron de esta nueva lista. Las mas significativas fueron las de Zamora, Saura, Alesanco, Alonso, López Ufarte y Juanito. El seleccionador se defendía aduciendo que algunos estaban lesionados y otros no en su mejor momento, al mismo tiempo que decía que no cerraba la puerta a nadie y que esta primera lista ante un rival en teoría inferior era una toma de contacto. Una victoria por 1-0, aunque con mayor dominio y ocasiones, relajó el ambiente en pos de la visita a Dublín en noviembre y el recibir a los Países Bajos en febrero. Con las siguientes convocatorias, la vuelta de Juanito siguió convirtiéndose en ausencia permanente. El malagueño seguía siendo titular para Di Stefano en el Madrid, pero Muñóz no con contaba con él pese a que desde parte de la Prensa se pedía su vuelta. Los cinco partidos que juega España durante la temporada 82-83 se traducen en cuatro victorias y un empate, por lo que nada se puede reprochar al técnico en cuanto a las ausencias.

Juanito, con la Selección.

Para la temporada 83-84, la Selección se estrena jugando un amistoso ante Francia en el Parque de los Príncipes que se salda con un 1-1. En el horizonte está presente el partido de noviembre en Rotterdam ante los Países Bajos, en el que una victoria clasificaría directamente a los hombres de Muñóz para la fase final de Francia. La convocatoria es nuevamente acogida con interés y, una vez mas y a excepción de Tente Sánchez, los defenestrados del Mundial siguen fuera. Juanito, que en ese momento lleva 8 goles en diez partidos con el Madrid, se lleva un palo muy duro. A preguntas de los periodistas se sincera:»Me vine abajo, estaba muy desmoralizado. Me ha sentado muy mal. Lo considero una injusticia ya que de nada sirve cómo estoy trabajando. Otros en menos forma que yo han sido llamados. ¿Que si se esta equivocando Muñóz? Es una opinión mía muy particular, pero creo que está siendo muy injusto. Es el quien hace o deshace y por tanto quien acierta o se equivoca. Hasta ahora los resultados le están favoreciendo».

El seleccionador había declarado que veía mejor al barcelonista Carrasco que a Juanito y dado el estilo de juego que imponía, le gustaba más tener a un extremo pegado a banda, a diferencia de como actuaba el malagueño. En los mentideros de la Prensa se comentaba que Juanito no iba a tener sitio en la selección mientras estuviera Muñóz, aunque el malagueño atribuía su ausencia a desavenencias con la Federación por problemas económicos surgidos tras el Mundial. Lo cierto es que, casualidad o no, tras estas declaraciones España no es capaz de ganar en Rotterdam perdiendo 2-1, con gol del madridista Santillana, y dejando muy difícil la clasificación dado que los Países Bajos tenían mayor diferencia de goles que los españoles. Para colmo en diciembre estos golean a Malta 0-5 en su último partido, dejando a España una única salida si quiere clasificarse para Francia: ganar a Malta, en vísperas de Navidad, por once goles de diferencia.

Muñoz, Camacho y Gordillo, antes de viajar a Rotterdam.

La historia es sobradamente conocida. En un Benito Villamarín con media entrada y más fe en los jugadores que en el público, España llega al descanso ganando por 3-1, los tres obra de Santillana, y un penalti fallado por Señor. En una segunda parte histórica, cuatro goles de Rincón, dos de Maceda y sendos de Santillana y Sarabia ponían a España a falta de diez minutos al borde de la clasificación a espera de marcar un gol más. Éste llegaría poco después por medio de Juan Señor, que se redimiría así del fallo desde los once metros y, junto a la histórica narración de Jose Ángel de la Casa, pondrían al país al borde del colapso cardíaco frente al televisor. España conseguía la utopía y se clasificaba para la Eurocopa. Juanito, que se había perdido los nueve partidos desde el Mundial entre clasificatorios y amistosos, veía el futuro cada más incierto con la camiseta roja aunque seguía teniendo esperanzas ya que quería ponérselo difícil al seleccionador. Sin embargo esos propósitos se vieron sacudidos por una carga de profundidad lanzada por el seleccionador.

Para el invierno de 1984 y la primavera de 1985, Muñóz y la Federación concertaron varios amistosos. En enero, sin Juanito nuevamente, la Selección viajó hasta Cádíz para enfrentarse a Hungría, quien venció 0-1 a una España gris y apática que olvidó el juego ante Malta. En febrero se organizo otro bolo ante Luxemburgo, con un desplazamiento poco apetecible para jugar en país nevado ante un rival de poca categoría, máxime cuando estaba en ciernes una pelea entre la Federación y el Consejo Superior de Deportes (CSD), que estaba parando el dinero de las subvenciones que recibía la Federación, llegando incluso ésta a pensar en suspender el partido por no disponer, presuntamente, de dinero para el viaje. Pese al frío, fue Miguel Muñóz quien se encargo de elevar la temperatura en una rueda de Prensa, más centrada en qué jugadores no estaban que en el partido en sí. De primeras le preguntaron a Muñóz que por que insistía en los barcelonistas Marcos y Carrasco ya que el periodista que preguntó les consideraba extremos inoperantes, a lo que el madrileño contesto recordando los goles que había metido cada uno durante esa temporada. Le preguntaron por Ramírez, que destacaba en el Murcia como extremo y contestó que en Barcelona y Zaragoza no había hecho nada aunque le seguía de cerca. Continuaron preguntándole por el numero cerrado de jugadores que convocaba y Muñóz empezó a soltarse acusando a la Prensa de poner por la nubes a Carrasco para poco después decir que le ponían de vuelta y media, acabando la contestación con una frase premonitoria:»No deberíamos citar nombres porque es arriesgado. Creanme».

Viendo la contestación, la Prensa no dejó pasar la oportunidad y enseguida apareció el nombre de Juanito en las preguntas, por medio de José Manuel Gozalo. Muñóz no pudo mas y se desato:»Que sí. Que Carrasco ha marcado siete y ninguno de penalti. ¿Y no mencionan a López Ufarte? Porque estos dos muchachos suenan a menudo, me los recomiendan a cada paso. No soy quién para darles consejos, mas debieran hacer balance. Conste que soy el primero en reconocer que se trata de dos futbolistas excelentes. Ahora, dígame, ¿qué hicieron ambos en el Mundial? Y Juanito antes, ¿en el de Argentina de 1978, o en el Europeo de 1980?. Y esto cuando sólo tenían veintidós años. Daba vergüenza verles en Valencia. Vamos, los saltitos y las palmas que daban ante aquellos negros de Honduras. Y el pobre Satrústegui corriendo de palo a palo. Así, claro, se lesiona. Y si no lo mataron fue por puro milagro. Ésta es historia vivida. En el fútbol hay que dar la cara sobre todo lo demás. Dar la cara».

La primera andanada fue espectacular, por lo que la Prensa volvió a insistir sobre la conveniencia de que jugaran juntos Juanito y Santillana: «Aunque quiera ganar no me interesa lo que pase en Luxemburgo, ya que se trata de un partido de paso. Pienso más en la Eurocopa y a Francia no se pueden llevar futbolistas que únicamente sobresalen cuando juegan en su casa, los que en la Selección no dan el rendimiento necesario». Los periodistas siguieron preguntando sobre nombres concretos y Muñoz no eludió nada, saliendo nombres a la palestra como el de Butragueño, por aquel entonces en la Sub-21, la posibilidad de convocar como tercer portero para la Eurocopa a Miguel Ángel o si llevaba jugadores de los llamados equipos grandes. Muñoz se defendió asegurando que llevaba a lo mejor que tenia y protegía a Santillana, al cual Di Stéfano había dejado en el banquillo madridista en algunos partidos.

Apenas le faltó tiempo a la Prensa para que el teléfono de Juanito empezara a echar humo para transmitirle las palabras del seleccionador. El malagueño al comienzo no daba crédito a lo narrado y tuvo que leer la transcripción de la rueda de Prensa para creérselo. Recordaba que había hablado con Muñóz y éste le había asegurado que estaba atento a sus evoluciones y que en cualquier momento podía llamarle. Sin embargo, tras estas declaraciones parecía que la puerta de la Selección se cerraba definitivamente para el de Fuengirola. «Me parece increíble, todavía no me lo puedo creer. Muñóz siempre ha sido un hombre comedido, diplomático y educado. Jamas se ha metido con nadie, ¿por que lo ha tenido que hacer ahora con López Ufarte y conmigo? Si no le gustamos, si no entramos en sus planes, que se limite a no llamarnos pero no a tirarnos por los suelos. […] Ha sido un irrespetuoso conmigo, podré tener muchos defectos e incluso no ser el jugador que según su parecer necesita para la Selección, pero de ahí a lo dicho media un abismo. […] Afirma que no habido nada positivo, yo le respondo precisamente con mi palmarés. Si era tan malo, ¿como es que entrenadores de la categoría de Molowny, Miljanic, Boskov, Di Stéfano, Kubala y Santamaria contaban con mis servicios? ¿Cómo es que he jugado mas de 250 partidos con el Real Madrid? Un año puede ser fruto de la casualidad, ¿pero ocho o nueve?». Juanito aseguró que no quería hacer nada y tan sólo dedicarse a su club, viendo el panorama en la Selección. El partido en Luxemburgo fue a tono con las declaraciones previas: malo de solemnidad. España, bajo una temperatura en negativo y con una capa de nieve sobre el césped, derrotó a los locales con un solitario gol de Maceda, lo cual aumentó la duda de a qué había ido España allí.

Juanito y Kubala, durante un entrenamiento con la Selección.

Si Juanito quiso dejarlo correr, el Real Madrid no fue de la misma opinión, ya que tampoco le sentaron bien las declaraciones del seleccionador. La Junta Directiva de Luis de Carlos envió sendos comunicados a Federación y seleccionador protestando enérgicamente por las declaraciones, ya que las consideraban intolerables e impropias de un profesional, al mismo tiempo que recordaba que Juanito había sido internacional 34 veces con la Absoluta, dos con la Olímpica y nueve con la Juvenil. También la AFE se puso del lado de Juanito y López Ufarte, al tiempo que recriminaba al técnico. Desde la Federación, vía algún medio, se deslizó que la rueda de Prensa en realidad fue una conversación informal, de la cual se sacaron fuera de contexto algunas frases. Sin embargo la tesis se vino abajo al existir una grabación de aquellas palabras. La polémica fue perdiendo fuelle a medida que pasaba la semana y llegaba la nueva jornada liguera con un derbi madrileño en el Calderón en ciernes.

Con las nefastas declaraciones, se enterraban de manera definitiva las aspiraciones de Juanito a volver a la Selección, salvo cambio en la dirección de la misma, cosa que no sucedió. La famosa flor de Miguel Muñóz, la suerte que le atribuían, hizo su aparición en la Eurocopa llegando España a la final contra Francia, donde entre un escándalo arbitral mayúsculo y un fallo de Arconada se perdió el título. Muñoz continuaría hasta 1988 en la Selección, pasando por el Mundial de México y la eliminación ante Bélgica en cuartos en la tanda de penaltis, y la Eurocopa de Alemania de 1988, donde la eliminación en la fase de grupos cerraría el segundo ciclo de Muñóz en la Selección. Aun así, sigue siendo a día de hoy el tercer seleccionador con mas partidos de la historia tras Del Bosque y Kubala.

Miguel Muñoz, durante el Mundial de México.