ATH 1 – 1 RM: Isco desatasca de cabeza

Un gol con la testa del malagueño a pase de Bale lleva las tablas en San Mamés en un encuentro tobogán de los blancos, algo habitual con Lopetegui. El equipo acusó la suplencia de Casemiro

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La cabeza de Isco para desatascar al Madrid en San Mamés. Pero no porque pensó, porque encontrara espacios donde no los había, porque descerrajara varios pases imposibles… sino porque marcó de cabeza y ese gol, con la testa y a centro de Bale con la derecha, le permitió a los de Lopetegui empatar (1-1) ante el Athletic Club, en otro partido de claorscuros de los madridistas, que se dejaron los primeros puntos en Liga.

Lopetegui apostó de inicio por prescindir de Casemiro, como ante el Atlético en la Supercopa, y el brasileño es, a día de hoy, imprescindible en el once. Sin él, pese a sus limitaciones ofensivas o con el balón en los pies, el equipo es completamente distinto: no presiona igual, el centro del campo se convierte en una zona donde se puede jugar al toque y su intimidatoria presencia permite a los rivales crecerse. El Athletic, un equipo limitado, tuvo un susto importante nada más empezar el encuentro, pero luego supo igualar la contienda metiéndole intensidad y aprovechando las enormes lagunas defensivas de Modric y Kroos y el partido rarísimo de Marcelo, dejando detalles técnicos impresionantes pero extraordinariamente despistado.

El partido estaba igualado, más aún cuando Ceballos, que fue titular y empezó como un tiro, se fue diluyendo ante la falta de prestancia de sus compañeros en el eje. Benzema estaba espeso, Bale desaparecido y Asensio parecía la Bruja de Blancanieves, metido en uno de esos días en que parece más pendiente de lo que dirá el espejito mágico sobre su juego que de jugar de verdad. Al Athletic, además, le sonreía la fortuna porque ha encontrado a un gran guardameta con Unai Simón tras la marcha de Kepa y porque una jugada que acabó en gol de Modric fue anulada por fuera de juego señalado por el línea. Era muy justo, lo marcó el asistente y el VAR no pudo intervenir.

Tampoco intervino en el gol del Athletic, tras una buena jugada en la que acabó rematando bajo palos Muniain un remate de un Williams que con su potencia volvió a ser el quebradero de cabeza habitual para la defensa del Madrid. El delantero no marca, es cierto, pero es un incordio tremendo y fue trascendental en el gol de los rojiblancos.

El Madrid acusó el mazazo, o no, porque es habitual que en las primeras partes el equipo acabe perdido desde que Lopetegui tomó el mando y luego recupere el pulso durante la charla del descanso. Justo eso fue lo que sucedió, Casemiro al verde, y más aún cuando Isco entró al campo a la hora de juego y el primer balón que tocó fue a la cazuela, de cabeza, seguro que lo guarda en su archivo porque pocos de esos habrá hecho. El Athletic, entonces, estaba hundido físicamente y el partido parecía a favor de los madridistas. Pero no, al revés.

El Madrid, que dispuso de varias ocasiones hasta el minuto 75, de repente se desinfló físicamente, y el Athletic, sin saber muy bien cómo, tuvo ocasiones de rondar a Courtois con peligro, sobre todo en una jugada en el 92′, mientras que el Madrid intentaba sobrevivir a la contra. Pero el marcador no se movió. Isco, la cabeza de Isco, salvó al Madrid. Dos puntos menos o uno más, según se mire.

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Yo vi jugar a Del Bosque, así que llevo unos cuantos años yendo al Bernabéu. Socio desde 1986, mis recuerdos van ligados al Madrid del Di Stéfano entrenador, el de los cinco subcampeonatos, que me forjó en madridismo ante los malos tiempos, y al de la Quinta del Buitre, la poesía y las pelotas hechas fútbol. Desde 1996 dando la barrila en esto del periodismo deportivo, aunque hace años que es mi hobbie y no mi profesión.