La espantada de Míchel

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El XI madridista que se enfrentó al Español para conseguir la 24ª Liga.
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Históricamente las gradas del Bernabéu han sido escenarios de diversas polémicas por sus críticas o pitos a determinados jugadores. El público de Liga siempre ha sido considerado más duro y purista por el hecho de ser de la capital y ser el habitual a todos los partidos, en contraposición con el de las competiciones europeas, que al permitir la presencia de más cantidad de peñas y aficionados de fuera de Madrid se pensaba que era más entusiasta y menos proclive a la crítica. Ya sea de una u otra forma, las críticas a jugadores llegaron a tal punto en un determinado partido que conllevaron la retirada del terreno de juego, con el partido disputándose, de un histórico futbolista del Real Madrid. ¿Quien llevaba razón aquel día?. Esa parte no entramos a valorarla, tan sólo aprovechamos la visita del Espanyol para recordar esos hechos, acaecidos en 1989.

El Real Madrid de la temporada 88-89 cerró la etapa Leo Beenhakker con tres títulos de Liga en tres años y el primer doblete Liga-Copa desde la temporada 79-80. El gran rival en la Liga fue el Barcelona, pero desde que el Madrid empató 0-0 en abril en el Camp Nou, se comprobó que estos no iban a poner en grave peligro el título de un conjunto blanco que aún estaba invicto en Liga. Ni con una derrota en Vigo y el descalabro madridista en San Siro ante el Milan de los holandeses, el Madrid perdió comba y, haciendo una media inglesa perfecta (victoria local y empate fuera) recibió al RCD Español en junio a falta de tres jornadas con la perspectiva de obtener el cuarto título consecutivo si ganaba el partido. Éste no tuvo mucha historia, y pese a que el Español estaba luchando por la permanencia, no logró inquietar al Madrid.

Del alirón a la espantada.

Los blancos se adelantaron al filo de la media hora por medio de Butragueño y el partido fue deslizándose hasta el descanso con la certeza que para el alirón sólo era cuestión de esperar 45 minutos adicionales. Parecía que sería el preludio de la habitual fiesta pero a falta de un minuto para el descanso las cosas cambiaron. Míchel da un pase que no encuentra un destinatario correcto en el centro del campo, lo que hace que aparezcan unos pitos en la grada: el madrileño se dirige hacia el banquillo madridista, les hace un gesto y toma andando el camino de los vestuarios. Tan rápido fue todo que a la mayoría del público no le dio tiempo a ver lo que había sucedió, a lo que se sumó el pitido final del árbitro, que mando al resto de jugadores a vestuarios.

Para el inicio de la segunda parte no apareció Michel sobre el terreno de juego y sí Adolfo Aldana, que cubrió su puesto. El resto del partido lo alegró el trencilla andaluz, Andújar Oliver, que expulsó al madridista Hugo Sánchez, aunque antes le dio tiempo a marcar el segundo gol del encuentro, y al perico Eloy. En las postrimerías del encuentro, Beenhakker hizo saltar al césped al capitán Camacho, que había anunciado en los días previos su renuncia al año de contrato que le quedaba y su retirada como jugador profesional, para que recibiera el cariño de la hinchada madridista. Antes del pitido final, Rafa Gordillo ubicaba el 3-0 definitivo con el cual el Madrid lograba su 24º titulo de Liga a falta de dos jornadas para el final de Liga. La celebración blanca fue breve, aunque por partida doble puesto que una vez que se habían retirado a vestuarios, el clamor del público que abarrotaba las gradas hizo que volvieran a salir los jugadores al césped. En ambos casos no estaba Míchel, puesto que no esperó al final del partido para abandonar el estadio.

En vestuarios, el Doctor Herrador explicó que el madridista había sufrido un esguince de tobillo al cual se le añadía una fascitis plantar que venia arrastrando desde hace un par de meses y que le hacia jugar con una plantilla, la cual no hacia que remitiera el dolor en su totalidad. En la rueda de prensa, el técnico holandés por su parte también explicó lo sucedido de manera mas extensa. Resaltó que el jugador llevaba días con bastante dolor y que durante la semana se le hizo un tratamiento para que pudiera estar en el once inicial. El dolor que sufrió durante el partido no le permitió continuar y decidió marcharse del terreno cuando parecía ser que el árbitro había indicado que la primera parte iba a finalizar. También reconoció el holandés que un sector del publico reaccionó mal con Míchel y que este hecho influyó un poco en el jugador ,quien decidió salir del terreno de juego al no poder soportar mas el dolor. Tras el partido la plantilla, incluido Michel, cuerpo técnico y Junta Directiva, celebraron en San Agustín de Guadalix una cena para festejar el titulo.

El incendio, dos días después.

La polémica parecía abocada a un rápido final, máxime cuando el título ya estaba ganado y el Madrid afrontaba el tramo final de la Copa del Rey con un derbi en semifinales. Sin embargo, todo cambio el martes posterior al partido. Por la mañana, en el entrenamiento en la Ciudad Deportiva, la plantilla se fotografió con una gran tarta en un acto promovido por el diario MARCA para celebrar el 24º titulo, para a continuación celebrar su entrenamiento, labor que Michel no realizo con el equipo al continuar lesionado. Tras el entrenamiento Míchel se pasó por las oficinas del Bernabéu para reunirse con Mendoza, quien quería hablar con él para que le explicara su reacción del domingo y zanjar todo con un expediente interno y una multa.

Todo lo contrario, el jugador anunció directamente al presidente su intención de abandonar el Real Madrid. Al salir de la reunión, el propio jugador lo explicaba a los medios de comunicación presentes: «Hemos hablado del partido del domingo y Mendoza ha dicho que no entendía mi actitud y le he dicho que tenia razón y que me arrepiento de haber actuado así. Le he dicho que me marché un ochenta por ciento por estar lesionado y un veinte por ciento por la actitud de un sector del público. A mí no me discute la Prensa ni la afición, en general, pero hay cierto sector del público que opina que no dejo jugar, así que le he dicho a Mendoza que quiero irme del Real Madrid. Mi decisión es definitiva. Me quedan seis años de contrato y no me gustaría pasar por situaciones como las de otros compañeros que con treinta y dos años han seguido siendo discutidos pese a darlo todo por el club. Le he puesto el ejemplo de Juanito, al cual le dieron la mayor ovación en el Bernabéu el día que vino a jugar con el Málaga. Yo no quiero que me pase eso«.

La bomba estallaba en Chamartin. Míchel también comento que no hablaba en caliente y que estaba cansado de ser el centro de las criticas por lo cual pedía su salida de esta manera tan directa. Mendoza apareció ante los medios al rato, y pese a no ser una rueda de Prensa al uso, a vuela pluma confirmo lo expresado por Michel: «Le mandé llamar por su actuación del domingo ya que decidimos abrir un expediente y saber lo ocurrido. Sin embargo estaba decidido a exponerme su decisión de querer marcharse del club. Me ha agradecido el comportamiento de la directiva, jugadores, técnicos y empleados, pero piensa que la afición no le quiere. Solo en frío se tomará una decisión, pero puedo afirmar que primará el interés del club«.

Portada de Marca anunciando la decisión de Míchel de irse del club.

La noticia corrió como la pólvora y los medios asediaron a Míchel parea obtener sus declaraciones. Durante la tarde, en un larga charla con varios redactores de MARCA, Míchel daba más datos concretos sobre la raíz del problema. Evocaba los comienzos en el Castilla y cómo cuando subió al primer equipo sentía los pitos de una parte del público. Reflexionaba sobre la vuelta al Bernabéu tras el Mundial de Mexico-86 y la Eurocopa de Alemania-88, donde pese a realizar un buen papel, recibiía insultos desde la grada. También recordaba que acepto renovar por el Madrid incluso perdiendo dinero respecto a las grandes ofertas que recibía de Italia. Desmentía que su reacción fuera por supuestos celos con el trato del público que recibían otros compañeros y pedía que la afición fuera mas ecuánime con él.

Por la tarde Mendoza tenia una rueda de prensa oficial para hablar sobre la Ley del Deporte promovida por el Secretario de Estado y cómo la valoraba el Real Madrid. El ‘caso Míchel’ tenía que salir a la palestra y Mendoza no lo omitió. El presidente reconoció que sentía un afecto especial por el jugador y que mantenían una relación similar a la de un padre con su hijo. Explicó lo que habían hablado e indicó que, en el peor de los casos, tenía por delante seis años para decidir lo que hacer con el contrato. Alabó al jugador y recordó su entrega y la cantidad de partidos jugados por él mismo con la camiseta blanca y emplazaba a que si se tomaba alguna decisión se haría en frio, al mismo tiempo que recordaba que Míchel volvería a jugar cuando se recuperara de su lesión y los técnicos consideraran necesario su participación en los partidos. Por la noche, el jugador tuvo su aparición en casi la totalidad de programas radiofónicos nocturnos, donde volvió a ratificarse en sus ideas.

Portada de As sobre el caso Míchel.

Sorpresa en el vestuario.

En el vestuario, a excepción de Gallego, Solana y algún otro jugador, sorprendieron sus intenciones, ya que Míchel solo había comentado a sus íntimos que tomaría medidas si veía que los pitos, que él consideraba sin sentido, seguían produciéndose. La mayoría no quiso opinar públicamente. El que sí le apoyó públicamente fue Beenhaker, quien dijo que estaba a su lado y que le entendía, ya que los jugadores no era máquinas sino personas. También opino sobre este affaire el presidente rojiblanco Jesus Gil, quien dijo que era capaz de arruinarse con tal de llevarse a Míchel al Atleti, recordando que este había sido de pequeño socio rojiblanco al igual que su padre. También terció en la polémica el seleccionador nacional, Luis Suárez, para expresar que entendía y comprendía al jugador, dado que el pasó en su etapa de jugador barcelonista por una situación similar y, pese a ser un grandísimo delantero, tuvo que sufrir en sus carnes los pitos del publico culé, algo que acabó provocando su marcha al Inter. La noticia saltó a la esfera internacional y en Italia la Gazzetta dello Sport anunciaba que Míchel ya no era un sueño. El cache del madridista era muy grande en Italia y dado sus intenciones veían los medios más cerca su llegada al país transalpino.

El meta madridista Miguel Ángel conversa con Michel en pleno affaire.

Los debates, discusiones y columnas de opinión acerca de su figura, su juego y la actuación del domingo ante el Español se sucedieron entre socios, aficionados y Prensa, con encuestas a la hinchada, preguntas a ex futbolistas y un sinfín de cábalas sobre lo que podría suceder. Al día siguiente de la bomba, Míchel y Mendoza siguieron hablando para intentar llegar a un acuerdo sobre la firme decisión del futbolista. Como hemos comentado, la relacion entre ambos iba mas alla de lo profesional. Cuando Michel recibió una oferta suculenta de Italia, emplazó al equipo que le quería a hablar con Mendoza y éste, sabedor del gran cartel que tenía el extremo en Italia y que su sueldo estaba muy debajo de aquella oferta, quiso ampliar el contrato y la ficha del jugador. Michel estuvo de acuerdo en ampliar el contrato, pero quiso que la ficha no se aumentara directamente para los años que ya tenía firmados, sino para los de la ampliacion. Mendoza sentia predileccion por el jugador, al que llamaba cariñosamente ‘Agonias‘ dado que Míchel se preocupaba a diario por todo lo que afectaba al vestuario, aunque pareciera una nimiedad, y acabó llamando así a uno de sus caballos de carreras. Cuando a mediados de los 90 Mendoza se vio arrinconado por parte de su Junta Directiva, uno de los pocos que fue a verle a casa para aconsejarle y darle ánimos fue el propio jugador.

Ramón Mendoza y Míchel, casi como padre e hijo.

La totalidad de la plantilla se puso del lado del jugador y salieron a los medios a defenderle y apoyarle. En el primer entrenamiento tras las declaraciones, hubo mayor público del habitual y en el camino hacia el párking Míchel fue asediado y vitoreado, como de costumbre. Mendoza no quiso que se prolongase mucho la situación y, tras la Junta Directiva semanal, el club publicó una nota de Prensa en la cual se informaba que Míchel permanecería en el club hasta la finalización de su contrato, cerrando en banda la opción de la salida negociada y dejando al futbolista, dado que no existía clausula de rescisión, atado al contrato que expiraba a mediados de la siguiente década.

Fin al culebrón

Comunicado el hecho al futbolista, éste sólo dijo que acataba la decisión de la Junta y que se pondría a las órdenes del cuerpo técnico en cuanto se restableciera de su lesión. El Madrid afrontó la penúltima jornada de Liga en Elche donde Ramon Grosso, entrenador dado que Beenhaker llevaba varios dias en Holanda preparando su regreso toda vez que no seguiría en el Madrid la temporada siguiente, llevó un equipo de suplentes pensando en la vuelta de semifinales de Copa. En el Martínez Valero, victoria 1-3 sin sobresaltos y a esperar el derbi en Chamartin para ver la reacción del público con un Michel que conversó con Jorge Valdano en la Cadena Ser en la misma noche, dentro del programa ‘La Cátedra de Valdano’. Volvió a insistir en que la decisión de marcharse la tomó una semana antes si volvían a repetirse los pitos, dado que él entendía que la gente tenía que ir al estadio a divertirse y no a protestar. Reconocía que hizo mal pero que se encontraba decepcionado con el público. Se declaraba madridista, rechazaba la etiqueta de mercenario y sentía que los que salían de la cantera, pese a en teoría sentir mas la camiseta que alguien que viene de fuera, eran peor tratados por la hinchada. Reconocía también que con la Selección jugaba mas a gusto.

Michel, Grosso, Gordillo y Mendoza dialogan en el entrenamiento previo al partido de Copa del Rey.

Entre semana llegaba el mencionado derbi copero que otorgaba un puesto en la final del torneo, con el Madrid defendiendo un 0-2 cosechado en el Calderón ante un Atleti que había cambiado de entrenador. En la previa se confirmó la titularidad de un Míchel ya restablecido física y psicológicamente, a la par que surgieron declaraciones de compañeros y algunas columnas de opinión en la Prensa pidiendo públicamente que se apoyara al extremo madridista el día del partido. La afición ovacionó al extremo, aunque sus detractores, tímidamente esta vez, volvieron a emitir algunos acordes de desacuerdo. Para desgracia de estos, el madrileño dio el pase a Butragueño con el que éste materializo el solitario gol del encuentro que daba la victoria madridista y el pase a la final.

Dos días más tarde, el Madrid adelantaba su ultimo partido liguero ante el Valencia, en el cual la celebración del titulo fue lo destacado así como la retirada de Camacho, que levantaba el trofeo de Liga. El ‘Caso Michel’ desapareció rápidamente del foco informativo puesto que ni club ni jugador quisieron hablar más de ello, lo que unido a que el Real Madrid no volvió a jugar mas en casa, aunque si en el Calderón donde logro el doblete al derrotar al Real Valladolid en la final copera, dejó sin ocasiones de manifestar su desagrado a los hinchas descontentos con Míchel. Éste seguiría ligado a la disciplina blanca hasta una triste tarde del mes de mayo de 1996 donde se despediría para siempre de aquella hinchada madridista que tanto le hizo disfrutar y también sufrir. Pero eso es historia para otro día.