RM 1 – 0 ESP: Asensito silencioso

Un gol del balear, ayudado por el VAR, salva a un pobre Madrid ante el Espanyol. Mal primer tiempo de los blancos y deplorable segundo. Sólo cinco remates a puerta madridistas en todo el partido.

0
-publicidad-

Dejando un reguero enorme de dudas, demasiadas y preocupantes, debido a una desconexión igual de inexplicable que de vergonzante en la segunda parte. Un gol de Asensio, tras corrección del VAR porque de primeras fue anulado, le permitió al Real Madrid conseguir un sufridísimo triunfo (1-0) ante un Espanyol que gustó, y mucho, por el Bernabéu, y que disipó de un plumazo la euforia desatada tras el partido ante la Roma del miércoles.

No le salió un buen primer tiempo al Real Madrid, de nuevo absoluto dominador del tempo del partido y de la posesión del balón, pero al contrario que ante la Roma se encontró enfrente con un equipo sólido, muy bien armado en un 4-5-1 que apenas dejaba resquicios defensivos y que cuando tenía que morder, mordía. Ceballos, elegantísimo en la salida de balón, dotaba de algo de fantasía a un ataque demasiado plano, desaparecido Benzema y Bale suplente, mientras que Odriozola, que debutaba, iba petardeando por su banda a toda pastilla, pero sin dejar sensación de nada más que de ser extraordinariamente veloz.

El Madrid era como un italiano en Fuengirola, daba conversación y tenía buena planta, pero luego, perro ladrador y poco mordedor, la chica se iba con otro. Porque no remataba a puerta. El Espanyol, mientras, tenía clarísimo lo que hacer. En defensa, encomendarse a un Mario Hermoso que cuajó un partido fantástico, en el que fue sobrado. E ir sobrado ante el Madrid, le daba tiempo hasta a hacer gestos, es algo al alcance de muy pocos. Arriba, Borja Iglesias dejó muestras de lo que siempre prometió desde categorías inferiores, de ser un delantero centro de relumbrón.

Suya, de Borja Iglesias, fue la más clara ocasión del primer tiempo hasta que casi sobre el silbatazo del entreacto, y tras revisión del VAR que sólo permitió la celebración en diferido, Marco Asensio apareció para, tras un par de rebotes, embocar el 1-0. Asensio es el Asensito Silencioso, porque te mata cuando parece que no está, alejado de la efervescencia de cuando se gusta a veces en exceso.

En el segundo tiempo, con varios cambios pero no con Vinicius, como estaba cantado, el Madrid se dejó ir tal vez en exceso. Siguió monopolizando el balón, pero el Espanyol seguía sin sufrir en exceso, Modric a fogonazos y sin continuidad, e incluso tuvo una ocasión clarísima para el 1-1 cuando Sergio Ramos, mala noche la suya, cometió un clamoroso error que no fue gol del Espanyol porque Borja Iglesias, quién si no, se tropezó con el larguero tras una estética vaselina ante Courtois.

El público del Bernabéu se impacientó, porque el equipo de Lopetegui sufrió un apagón inexplicable. De repente, Isco no pasaba de ir al trote, Asensio se escondió aún más pero no apareció para rematar a su víctima, Sergio Ramos iba de error en error y se permitía la frivolidad de quedarse como delantero centro a ver si pescaba alguna… Un auténtico despropósito que permitió al Espanyol creérselo y terminar los últimos 20 minutos en campo madridista, ante el tembleque el equipo blanco, que por primera vez esta temporada dejó al descubierto parte de sus carencias.

Compartir
Yo vi jugar a Del Bosque, así que llevo unos cuantos años yendo al Bernabéu. Socio desde 1986, mis recuerdos van ligados al Madrid del Di Stéfano entrenador, el de los cinco subcampeonatos, que me forjó en madridismo ante los malos tiempos, y al de la Quinta del Buitre, la poesía y las pelotas hechas fútbol. Desde 1996 dando la barrila en esto del periodismo deportivo, aunque hace años que es mi hobbie y no mi profesión.