Turno para Solari, en Melilla y en Copa (19:30, BeInSports). Al argentino le han encalomado, comunicado mediante, la misión de extraer todo el zumo posible a una plantilla con ocho candidatos al Balón de Oro, que es como organizar un concierto multitudinario con los grupos que más le gustan al vecino reggatonero del cuarto izquierda. El Balón de Oro no deja de ser un premio subjetivo y ahí hay jugadores de todo pelaje y condición elegidos por unos que no tienen por qué compartir gustos con nadie más.
Con esos ocho candidatos al Balón de Oro, aunque lo normal es que ninguno de ellos juegue hoy en la ciudad española sita en el continente africano, Solari tiene que quitarse la pelusa que viene acompañando al Real Madrid desde Kiev, como si hubiera estado todo este tiempo apulgarándose en un armario y, al salir, se hubiera dado cuenta de que ya no se estila, de que la moda ha cambiado. Solari tirará de jugadores a los que ya ha dirigido en el Castilla (Javi Sánchez, Reguilón, Valverde, Marcos Llorente, Vinicius) porque poner a las prima donnas a jugar Copa entre semana tan lejos puede sentarle mal a los pesos pesados del vestuario. Para que les metan cinco en Barcelona mientras se pasean por el campo no hay problema; para sacar las castañas del fuego, que lo hagan los nenes. La absoluta falta de madridismo y de respeto al aficionado que se ha instalado en el club lleva a boutades como ésta.
Por esas casualidades de la vida, imaginen, porque puede pasar dado que esto es un deporte , un juego, y a veces suceden cosas insospechadas, que sucede otro Alcorconazo. Y podría darse: el Melilla es segundo en su grupo de Segunda B, tiene en Yazine al máximo goleador del Grupo IV y a Óscar García como tercero. El marrón, para los chicos mientras los que deberían sacar las castañas del fuego estarán precisamente eso, comiendo castañas asadas mientras pasean por la Milla de Oro, ajenos a lo que sucede. Y nadie, ninguno, da un paso al frente y dice, aprovechando su comunicación directa con el aficionado vía redes sociales: «Es cierto, estamos mal. Por eso mi compromiso es máximo y quiero jugar en Melilla para ayudar a salir de esta situación cuanto antes». Falta madridismo, sí.
En fin, que hay Copa. Y oportunidades para un buen puñado de chicos de la cantera que apenas han tenido minutos, entre otros es el turno para el multipublicitado Vinicius. Pero también del extraordinario Javi Sánchez, con una planta de central realmente impecable y al que sólo le falta retorcer el colmillo y coger experiencia para poder ser un defensa de altos vuelos.
