VIK – RM: Vinicius debe esperar

El brasileño comenzará de nuevo el partido desde el banquillo, Bale y Benzema son fijos y el tercer puesto del ataque queda para Isco o para Asensio. Los checos, sin su mejor hombre, Krmencic

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El Madrid vuelve a la Champions, que es algo así como un plato de caldo caliente después de haber estado trabajando revisando las escarpias de las traviesas del Transiberiano. Con el frío que hace en Liga y con la insipidez de la Copa, refugiarse en casa y que te sirvan un tazón de algo caliente reconforta. Eso sí, es caldo y no sopa, porque todo apunta a que Vinicius no estará en el once inicial hoy ante el Viktoria Plzen (21:00, Movistar Liga de Campeones). La titularidad aún debe esperar.

No es una cuestión de jerarquías, sino simplemente de necesidad: el trastazo que se pegó el Madrid en Moscú ante el CSKA complicó la clasificación, y aunque el Viktoria Plzen no es rival, como ya quedó demostrado en el Bernabéu, mejor impedir que el equipo vuelva a desplomarse por si las moscas. Los checos, además, concurren al partido sin su mejor hombre, el delantero Krmencic, que tan buenas sensaciones dejó en el Bernabéu y que ha sufrido una grave lesión que le mantendrá seis meses en el dique seco.

Solari, técnico que excepto esta temporada siempre se mostró extraordinariamente continuista, debería apostar por el mismo once que batió al Valladolid el pasado fin de semana, con la duda de qué hará con la portería (Courtois parte con varios cuerpos de ventaja sobre un Keylor al que le quedan dos telediarios para que baje el pulgar) y si será titular Isco o por el contrario ocupará su puesto Asensio. Como Bale y Benzema, pese a su catatónico estado de forma de este par de meses, van a jugar sí o sí, a Vinicius no le queda hueco en el equipo que arranca los partidos.

Más allá de eso, el partido servirá para seguir evaluando el efecto Solari. O el efecto Solari cuesta abajo, porque tras Melilla en Copa y Valladolid en casa, ahora toca otro facilito en Champions. Al argentino le medirá de verdad Balaídos, un estadio realmente incómodo para el Real Madrid. Pero eso será otra historia, el fin de semana.