Droga dura tras el parón de selecciones, eso que hace unos años parecía eterno y que ahora hasta se agradece. El Real Madrid visita Eibar (13:00, BeIn LaLiga) en la matinal del sábado envuelto en la enésima filtración de Football Leaks, esta vez acerca de unas presuntas irregularidades de Sergio Ramos en sendos controles antidopaje, desmentidas a todo meter por todas las instancias posibles, salvo El Vaticano. Vuelve LaLiga, el alimento semanal del madridista, y lo hace con Solari recuperando efectivos.
A cuatro puntos del líder y sexto en la tabla, el Real Madrid intentará proseguir con su escalada clasificatoria en un campo, Ipurua, en el que ha ganado en las tres visitas ligueras que ha efectuado, con un empate como peor resultado, en 2004, partido de Copa. Un campo, pues, propicio para los blancos, que además comienzan a recuperar efectivos en defensa, aunque habrá que ver si eso es bueno o es malo.
Porque vuelven Carvajal y Varane, dos jugadores que quedaron señalados durante la etapa Lopetegui. El primero, porque le cerraba la puerta a un fichaje exclusivamente presidencial, Odriozola; el segundo, porque tuvo el peor inicio de temporada que se le recuerda a un central madridista desde el Muro Samuel al ser decisivo, debido a sus errores, en muchos de los malos resultados cosechados por los blancos en el arranque liguero. El francés, para el que algunos piden el Balón de Oro cuando lo que tendría que hacer es estar jugando en el Castilla hasta que se le bajen los humos y recupere el nivel, compartirá eje de la zaga con Ramos, toda vez que Nacho sigue lesionado y Vallejo no cuenta para nadie: el mañico ya está recuperado de su enésima lesión pero Solari tira de su capitán en el filial, Javi Sánchez, antes que de él. Más que significativo.
Mientras, hay dos dudas con morbo en el once del argentino. Isco y Asensio, claro. Falta Casemiro, lesionado, y todo apunta a que Ceballos ocupará el puesto del brasileño, mientras que arriba será Lucas Vázquez el que ocupará el costado derecho para darle a Bale el izquierdo. El tesón del gallego es muy del gusto de Solari, y justo esto, tesón, es lo que les cuesta un mundo poner en los partidos al malagueño y al balear, que deberían partir desde la suplencia en Ipurua y desde ahí ganarse el poder tirar del carro.
