Tras cuatro meses en la oscuridad, desde que el 19 de septiembre el Real Madrid triturara a la Roma (3-0) en el Bernabéu en Champions, el Real Madrid recupera el pulso. Lo ha hecho al trantrán, sin grandes alardes, pero ante el Sevilla en Liga y ante el Girona en Copa, los de Solari han dejado detalles que hacen que el aficionado madridista vuelva a mirar de frente hacia su equipo, tras mucho tiempo haciéndolo de reojo.
Cierto es que ha sido al calor del Bernabéu y ante dos equipos cuya fiabilidad fuera de casa (el Sevilla sólo ha ganado tres partidos ligueros de once jugados fuera de casa; el Girona acudía a Madrid tras ocho encuentros seguidos sin ganar), pero al menos hay motivos para que la sangría en la que se convirtió la primera parte de la temporada se haya taponado, y quién sabe lo que puede suceder de aquí a mayo. Estas son algunas de las claves que Solari ha conseguido activar para que el Madrid comience a carburar.
1. Compromiso. La indolencia con la que el equipo acometía los partidos ha pasado al olvido. El público, más que por los resultados, le dio la espalda a una plantilla a la que pareció que el mal momento no iba con ellos, y si hay una sola cosa que no es negociable para el aficionado madridista es el esfuerzo. Ante el Sevilla y el Girona, el equipo se ha comportado precisamente como eso, como un equipo. Esa unión es algo que los seguidores agradecen porque fortalece el vínculo entre ambos y los jugadores se sienten arropados en el esfuerzo.
2. El papel de Vinicius. Cuando aterrizó en el Real Madrid, el jugador era observado con muy mala cara por parte de algunos de los pesos pesados de la plantilla, con algunos de ellos comparte zona de infuencia sobre el campo. Sin embargo, poco a poco y tras unos primeros partidos en los que algunos compañeros no le buscaban jamás, ha ido ganando peso en el once hasta conseguir ser trascendental. Descaro, atrevimiento y esa misma falta de claridad en los metros finales que le provocó un alud de críticas en Brasil la temporada pasada. En Madrid ya ha mejorado: sigue desaprovechando mutitud de ocasiones por su mala puntería, algo que se puede entrenar y más en un chico tan joven, pero ha conseguido mejorar el timing de sus centros, es el máximo asistente del equipo y ha logrado convertirse en el socio que Benzema demandaba. Su progresión ahora mismo marcha a toda máquina.
3. El físico. Los jugadores achacaban parte de su mal momento anterior a la deficiente preparación física durante la pretemporada y la era Lopetegui. Con la llegada de Solari, Antonio Pintus recuperó el papel preponderante en la preparación que tenía con Zidane, y aunque le ha costado dos meses, el equipo comienza a carburar. La edad en el DNI no se puede borrar, pero ahora al menos el equipo aguanta hasta el minuto 90 sin desplomarse, algo que sí sucedía con anterioridad. Muchos jugadores que andaban bajísimos de forma en otoño han recuperado la vitalidad con el invierno, y eso es mérito de Pintus.