El Madrid perdió en Moscú en un partido muy competido y un claro robo arbitral impidió la victoria blanca. Partidazo del Madrid colectivamente hablando con Ayón imperial, Campazzo y Randolph sobresaliendo principalmente. Al final una derrota dolorosa pero lo mejor fue la imagen que dio el equipo blanco en la capital moscovita. Por los rusos destacaron De Colo, Higgins y Hackett. Se vieron detalles de Prepelic interesantes para el futuro del equipo.
El CSKA salió como un huracán con el 9-2 en menos de 2 minutos con un De Colo dominador (4 puntos y 2 asistencias). Pero el Madrid se empezó a poner el mono de trabajo sobretodo a través del trabajo defensivo de Campazzo. Defendiendo a Hackett consiguió que el internacional italiano empezara a frustrarse y en ataque encontró a Causeur y a Tavares como aliados para que el Madrid se encontrara cómodo en pista (13-11 minuto 5). Hackett cometía su segunda falta en muy poco tiempo. Por contra, Tavares también se ponía con 2 faltas siendo la primera muy rigurosa. Con el 15-12, el Madrid consiguió un importante parcial de 8-2 con el triple como arma más poderosa con la movilidad de balón de Campazzo dominando la situación. Pero después de ese 17-20, el CSKA con De Colo de nuevo tomando el mando del partido consiguió la victoria parcial al término del primer cuarto (22-20).
Era un encuentro extraño. Cuando alguno de los 2 equipos lideraba el marcador era por apenas unos segundos. Las alternancias y los empates eran el denominador común. Mientras tanto Ayón empezaba a echar una mano a Campazzo y afortunadamente el Chacho no tenía su mejor partido. El argentino le ganaba la partida por el momento. La inferioridad (rara) del Madrid en los rebotes era compensaba por su superioridad en las asistencias. El CSKA no acababa de encontrarse cómodo y a pesar de los problemas de Prepelic, el empuje y la garra de Gustavo Ayón fueron de nuevo clave (junto con los puntos de Carroll) para otra remontada (31-34 minuto 17). A pesar de no ser un encuentro muy ofensivo el Madrid parecía que jugaba en casa ante un Megasport ciertamente apagado. Se sentían bien y notaban al CSKA excesivamente nervioso. Con 2 triples de Prepelic se consigue la máxima ventaja blanca (32-40 minuto 19). El 5/10 en triples de los de Laso lo estaban rentabilizando a la perfección. Con el 34-40 se van los 2 equipos a los vestuarios con una buena imagen de los blancos. El efecto De Colo se había diluido durante el segundo cuarto. Poca ayuda del resto excepto Hunter (4 puntos y 5 rebotes). Por el Madrid destacaban Campazzo, Ayón, Prepelic y Causeur en un buen trabajo colectivo en especial defensivamente.
De Colo vuelve a ponerse las pilas apretando el marcador con su clase (39-40) pero el Madrid sigue en cabeza con otro arreón (41-46) no permitiendo al CSKA la remontada. Ésta no llega muy tarde a través de un triple de Hackett, todo ello por el gran trabajo de De Colo pero un Randolph inconmensurable empieza a despertarse (8 puntos en el tercer cuarto) y pone tierra de camino con una aparente facilidad (47-52 minuto 25). El Madrid no le perdía la cara al partido y venía con ambición a Moscú para llevarse la victoria. Pero éste era un encuentro de rachas. Los moscovitas y los madrileños alternaban el liderato nuevamente en el marcador. El partido no era muy vistoso pero al menos mantenía la emoción (57-58 minuto 29). A Campazzo y a Hackett se les pita una técnica doble. Termina el tercer cuarto con el 64 a 61 para decidirse en el último período.
Los minutos de descanso del Facu son aprovechados por Prepelic para conectarse con un Ayón polivalente en todo el campo. Un triple de Rudy adelanta otra vez al CSKA (66-68 minuto 33). Higgins emerge como héroe inédito del partido con 9 puntos en momentos importantísimos para el CSKA. Con el 77-70 quedando apenas 3 minutos el Madrid pasa los peores momentos. Randolph con destellos defensivos y ofensivos mete de nuevo al Madrid en el partido (77-76). Pero una falta absurda de Tavares (habiendo metido un triple Campazzo que nos ponía por delante) parecía desbaratar todas las opciones del Madrid para la victoria. Pero quedaba partido todavía por jugar. Ayón acorta la desventaja blanca a falta de 27 segundos (79-78). Hackett encesta 2 libres. Con tiempo por jugar, una falta clarísima sobre Carroll mientras lanzaba un triple no fue señalizada y el Madrid sucumbió de nuevo en Moscú. Una pena porque dio la cara y tuvo muchas opciones y se perdió por pequeños detalles y un robo arbitral cuanto menos para forzar la prórroga.
