RM – AJAX: Esperando un milagro

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Al enfermo le han dado la extremaunción y sí, tiene el rostro acartonado, los ojos en blanco, las comisuras de los labios repletos de saliva reseca y apenas se percibe el compás de su respiración como único movimiento. Pero sigue vivo. Y ese enfermo es el Real Madrid, a quien esta noche (21:00, Movistar Liga de Campeones) le van a enchufar una descarga de su electroshock favorito, la Champions, para tratar de reanimarle. Entre el voltaje va camuflado el Ajax, hace un mes una perita en dulce y ahora una especie de ogro de siete cabezas. No está el madridismo para bollos, pero es lo que toca.

Con las competiciones domésticas, Liga y Copa, definitivamente por el sumidero tras las tres derrotas consecutivas del equipo en el Bernabéu, queda apenas el asidero de la Champions para no despeñarse. Aunque un buen madridista dirá que el equipo, suceda lo que suceda en Champions, ya se ha despeñado y necesita pasar por la peluquería para que le den un tinte. Incluso comprarse una camisa nueva, si la cubierta lo permite. Con la esperanza de que el equipo suele transformarse en Europa (pero no siempre: el 0-3 ante el CSKA lo demuestra), no queda otra que apelar al carácter competitivo de la que otrora fuera una plantilla mayúscula, más aún con Cristiano, y que ahora luce exactamente como la descripción del primer párrafo.

Solari volverá a apostar por su once de seguridad, con el cambio obligado de Sergio Ramos por sanción: Nacho ocupará su plaza. Bale presumiblemente volverá al banquillo, algo que debería ser obligatorio tras la pataleta de niño repelente de su representate, insultando al público del Bernabéu que abroncó al galés por su desidia del otro día. Estamos a un suspiro de que no te puedas cabrear con el panadero que te vende una barra de pan de hace tres días porque lleva veinte años dándotela una que no está mal.

El Ajax, mientras, ha visto de reojo los dos Clásicos y el despelote del Madrid y se ha visto con posibilidades. Si es capaz de marcar en los primeros veinte minutos, cuidado, porque la tensión en el Bernabéu se podría cortar con un alambre. Los ajacied repetirán once y planteamiento respecto al visto en Amsterdam, y que se las hizo pasar tan canutas en la ida. Ellos son el virus que llega inoculado junto al electroshock que le queda al Madrid para seguir vivo. Ahora nos toca buscar los anticuerpos y esperar el milagro…