Los blancos que llegaron a ganar por 14 puntos acabó remontando el partido en los últimos segundos y con muchos apuros y sufrimiento consiguieron el 1-0 de la eliminatoria. Taylor y Causeur mantuvieron al equipo en la primera parte. En la segunda parecía que el Madrid encarrilaba el partido para obtener una plácida victoria pero se complicó la vida liderado por Calathes y Thomas pero los griegos no pudieron lograr la victoria que por momentos la tocaban con las manos. En los prolegómenos del partido se hizo un pequeño homenaje a Doncic con Reyes y Llull como padrinos.
Con un principio de partido francamente malo solo Taylor parecía estar entonado en los primeros compases del partido. Los griegos fallando los primeros 5 tiros que intentaron y el Madrid gracias a los triples (3 del sueco y 1 de Rudy) mantenían una pequeña pero cómoda ventaja. La defensa no era mala pero el juego ofensivo era mejorable. Randolph desaparecido del partido no aportaba nada. Pero los problemas aparecieron pronto, la 2ª falta de Taylor supuso un serio contratiempo. Así las cosas el Madrid lograba ganar 21-17 haciendo un partido malo.
El guion no varió durante el segundo periodo. A pesar de la rotación de Laso, el Madrid aún liderando el partido no se encontraba nada cómodo ante un rival que estaba con opciones. Aún sin una gran aportación de Calathes, el Panathinaikos generaba problemas al Madrid. Todavía quedaba partido y parecía que ambos equipos se reservaban su mejor baloncesto para la segunda parte. Al final, los blancos crean una pequeña brecha cuando enfilan el vestuario (43-35).
En el tercer cuarto, los blancos aprietan en defensa con varios robos de balón y con cierta fluidez ofensiva. Los griegos, perdidos en pista, daban la sensación de irse del partido y que el 1-0 iba a ponerse rápidamente en la eliminatoria. Causeur dio mucho aire al Madrid en este periodo. El 49-35 en el minuto 22 parecía muy plácido para los intereses blancos. Tras el tiempo muerto de Pitino, los blancos entraron en shock y fueron poco a poco perdiendo la ventaja obtenida. El 58-52 presagiaba lo que después se iba a ver.
En el último cuarto continuó el sufrimiento y Calathes con varios triples iba culminando la ansiada remontada. Del 64-56, el Madrid encaja un sorprendente 13-0 que dejaba atónito a todo el mundo. La dinámica de partido pintaba francamente mal. Los blancos apretaban en defensa y cuando peor estaban las cosas se produce la ansiada remontada desde el 64-69 a pocos más de 3 minutos para el final del partido. La prórroga incluso se veía como algo remoto pero la fe y el gen competitivo madridista hizo posible el milagro. Al final unos tiros libres de Carroll, Campazzo y un tapón providencial de Tavares consiguió el 1-0. El segundo partido el viernes por la noche y con problemas serios a corregir.