Los de Laso sabían que la eliminatoria iba a ser complicadísima ante el histórico Panathinaikos (2º partido 21.15 horas MOVISTAR DEPORTES) liderado por el internacional Calathes pero lo ocurrido en el primer partido superó las expectativas. A pesar de la alegría por el triunfo, se sufrió más de lo previsto y salió a la luz algunos de los problemas que tiene el Madrid.
Calathes que había hecho una primera parte bastante discreta empezó a anotar y a dirigir creando muchos problemas. A pesar de la gran defensa de Taylor, cuando se emparejó con Carroll, Calathes se aprovechó claramente de la situación. Ya se sabe, el puesto de base es un problema a solucionar con la lesión de Llull (aunque todo el mundo sabe que el menorquín es un falso base). Vougioukas también le ganaba la partida a su par en la zona, en muchas ocasiones Ayón. A pesar del buen partido de Tavares, éste debería haber hecho más daño. También es verdad que Papagiannis pasó totalmente desapercibido y en liga regular nos creó muchos problemas.
A Laso se le vio falta de ideas en momentos puntuales del partido (sobretodo durante la remontada griega) y unos triples providenciales nos salvaron de la quema. Randolph fue uno de los grandes «ausentes» del partido. Es raro ya que estaba realizando una buena temporada y ayer de autodesconectó. Esperemos que vuelva para el segundo partido porque el Madrid le necesita.
Como datos positivos se podría apuntar varios. La presencia de Taylor y Causeur que sí dieron un paso adelante en el momento más importante de la temporada. La defensa blanca que sí fue superior a la griega con varios hombres trabajando mucho en ella. Laso acertó al manejar los minutos de Campazzo con Prepelic haciendo un trabajo más que serio. El esloveno (no siendo base) hizo un partido sobrio y no desentonó en absoluto.
En definitiva que habrá que morder para que el Madrid se vaya a Grecia con un tranquilizador 2-0 y no dar alas a los griegos. El viernes lo sabremos.