No han cesado de repetirlo desde las filas del oficialismo. Hay que despedirse de los jugadores que tanto nos han dado. Sin embargo, ni una sola palabra para el último partido oficial que albergará el Santiago Bernabéu en su actual configuración, antes de que le compren un traje metálico y le pongan un videomarcador muy largo que dé la vuelta al campo. Es el adiós de uno de los pilares de la institución, de un estadio mítico que lleva el nombre del mejor presidente de la historia y al que le van a hacer un lifting. 62 años y un día después de la inauguración de su iluminación nocturna, el Nuevo Estadio de Chamartín cambia su cara.
Hoy se cumplen 62 años del amistoso con el cual el Real Madrid inauguro la 1ª iluminación artificial del Santiago Bernabéu. pic.twitter.com/nQOL8tn06d
— Hemeroteca RMCF (@HemerotecaRMCF) May 18, 2019
Ante el Betis tendrá lugar justo eso, el último encuentro del Santiago Bernabéu, al que tras las obras que durarán tres años no le van a reconocer ni los arquitectos que lo diseñaron, Luis Alemany Soler y Manuel Muñoz Monasterio. Las dos últimas reformas, la última de ellas ejectuada a partir de 2002, fue llevada a cabo por el ya fallecido arquitecto Antonio Lamela, quien dotó al estadio de las cuatro torres de evacuación, el cubrimiento de todo el estadio y la fachada de malla metálica del lateral Este.
En cuanto acabe el partido, comenzará de inmediato la ejecución de las obras, que se desarrollarán de la siguiente manera:
Así será el desarrollo constructivo de la reforma del estadio Santiago Bernabéu en la ciudad de Madrid.
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— Bloc de Ingeniería (@BlocIngenieria) May 14, 2019