RMB 94 -72 VBC Apisonadora blanca en el Wizink

El Madrid barrió a un decepcionante Valencia que apenas dio señales de vida en la capital. O mucho cambia la actitud de los levantinos o esta serie acabará pronto

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El Madrid se impuso con claridad ante un Valencia que dio una imagen lamentable. En muchas ocasiones se le vio adormecido como si hubieran venido de turismo. Entre la defensa blanca, el gran tiro exterior con un porcentaje triplista considerable (cerca del 60 %) fueron parte de las claves de la victoria blanca. El Valencia además regaló varios balones que aprovechó el Madrid en forma de canastas. Randolph realizó un gran partido (6/6 en triples) y llevó al Madrid en volandas.

En el primer cuarto, los de Laso abrieron brecha desde un primer momento (14-5 minuto 3) con un Randolph en plan figura. Con 3 triples suyos el Madrid dominaba a un indolente Valencia en el que en más de una jugada, los propios jugadores se veían unos a otros tras fallos impropios que ocasionaban contrataques que finalizaban en canastas. El Madrid pudo terminar los primeros diez minutos con una ventaja abrumadora pero en los últimos minutos, cierta relajación blanca permitió maquillar el luminoso con el que se terminó el primer parcial con el 26 a 18. Creaba cierto malestar que tan buen trabajo casi se fuera a la basura y dar esperanzas al Valencia.

En el segundo cuarto, el Madrid tuvo la ventaja controlada en todo momento. La ventaja rondaba los 12-14 puntos como mínimo. A los visitantes se les veía muy irregulares. En ocasiones como si dieran por perdido el partido y a pensar en el sábado como borrón y cuenta nueva quedando todavía mucho partido. El Madrid por su parte tras un pequeño bajón encontró de nuevo su sitio cuando Causeur entró en pista. Nuevamente se convirtió en un microondas como ha hecho durante toda la temporada. Con 11 puntos en pocos minutos fue el revulsivo que necesitaban los blancos para no perder la ventaja inicialmente adquirida. Con el 48 a 33 se iban los equipos a los vestuarios.

En el tercer cuarto, el Madrid decidió tomarse en serio cerrar el partido por la vía rápida. Con un 19-5 de parcial los blancos borraron definitivamente al Valencia del partido. Todos los hombres de Laso se sentían importantes: Campazzo, Rudy, Taylor, Thompkins…liderados eso sí por un imperial Randolph. Por el Valencia, nada de nada. Una decepción total. Un equipo que después de haber ganado la Eurocup, con la consiguiente clasificación para la próxima Euroliga y después de una agónica clasificación a semifinales contra el Unicaja ha llegado a esta eliminatoria muy mermado. El 74-46 al término del cuarto no revela todo lo que pasó. Los visitantes maquillaron un poco la situación pero a ratos fue sonrojante.

Los minutos finales fueron claramente de relleno. En un palabra: sobraban. Los 2 equipos a pensar en el segundo partido y poco más. El Madrid funcionó como una máquina perfectamente engrasada. Los de Ponsarnau muy muy flojos. La actuación de Dubljevic fue fiel reflejo de lo que se vio en pista. El sábado 2º partido antes de viajar a Valencia.

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Madridista desde pequeñito, solo podía ser seguidor del mejor equipo del mundo; bastantes desgracias tiene la vida como para llorar por el deporte y ser fan de un equipo perdedor. Como lo mío no era precisamente ganarme las habichuelas jugando al baloncesto, decidí que lo mejor era verlo desde el otro lado de la barrera, y qué mejor forma que narrar los éxitos del Real Madrid de baloncesto. Mis referentes ligados a este deporte, sin lugar a dudas, han sido la plata olímpica de los Ángeles 84, el colegio San Viator (de donde salieron gigantes como Juan Antonio Corbalán y Carlos Jiménez) y mis hermanos mayores. Después de varios trabajos y alguna estancia en Irlanda decidí sentar la cabeza y ahora presto el mejor servicio al ciudadano desde mi posición de funcionario de la Comunidad de Madrid. No cuajó la opción de ser coordinador de cheerleaders, pero os dejo una foto ellas para que veáis que al menos lo intenté...