El Real Madrid vuelve a la realidad. O a la era Ancelotti, vista su alineación con James e Isco, aunque a la temporada 2018-2019 visto el resultado. Empate 1-1 ante el Valladolid en el estreno en el Bernabéu, en un partido tobogán, con el Madrid que empezó bien, se comenzó a romper cerca del descanso, se desintegró tras él, Zidane lo terminó de estropear con los cambios y, pese a que Benzema se sacó un golazo de la chistera, un doble error de Kroos y Carvajal y una mala decisión de Courtois permitieron al Pucela empatar a dos del final. Es un Real Madrid Reloaded, y la temporada comienza demasiado pronto a tener las primeras curvas.
? Le superbe But inscrit par Karim Benzema !
Malheureusement cela n’a pas suffit au Real Madrid qui a déjà perdu deux points domicile pic.twitter.com/OszY7UdPM4— Fervent Football Club (@FerventFC) August 24, 2019
El Madrid, como ya sucediera en Vigo, jugó una buena parte del encuentro motivado, solidario, presionante y como un equipo. Cosa que no sucedía el curso pasado. Y con James, además, tanto tiempo después. El cafetero fue de lo mejor del equipo, pese a su evidente falta de ritmo. Su zurda atesora una cantidad ingente de kilates, y si su cabeza carbura puede ser un enorme fichaje para el Madrid si Zidane termina por utilizarle cuando esté disponible y en plenitud.
El Madrid de buen aspecto del primer tiempo pudo irse al descanso con dos o tres goles en el zurrón, porque a su buen hacer en la presión añadió llegadas. Pero sin puntería. Bale, Benzema y James tuvieron buenas ocasiones, pero el balón no es sólo que no quisiera entrar, es que sólo en dos ocasiones tomó dirección a la portería albivioleta. Masip tuvo una plácida tarde, o más bien una tarde de una vuelta en El Tren de la Bruja, mucha escoba pero ningún conjuro.
Goal
Guardiola#Real Madrid 1 – 1 GOAL #Valladolid— Football Golazo (@GolazoFootbal) August 24, 2019
Muchas ocasiones para anotar una, que no está Cristiano. El Bernabéu se sabía la lección de carrerilla desde la temporada pasada para este debut en casa liguero. Pero el equipo parece que no, y menos aún un Zidane que, para evitar errores del pasado, insistió en hacer exactamente lo mismo que hacía en el pasado: despoblar el centro del campo para sobrecargar la delantera, dejar a Kroos y a Casemiro en neta inferioridad en el medio dándole espacio al rival para soñar con la machada. Zizou quitó a James para meter a Vinicius, y luego a Isco para meter a Jovic, que en el primer balón que tocó cabeceó a la cruceta. Pero fue un espejismo.
Un espejismo aunque Benzema, ya con el Valladolid comenzando a dar sustos alrededor del área de Courtois, se sacó un golazo tras un control hacia atrás y un giro de culebra para en el 82 poner en ventaja a los blancos y dejar que el Bernabéu respirase. Pero no. El Valladolid decidió irse a por el partido, y entonces el madridismo descubrió que, este año también, el Madrid está desnudo y cualquier equipo que vaya a intentar ganarle un partido con todo le va a crear mil y un problemas. Empató Guardiola en el 88, pero tuvo un ramillete de ocasiones más que dejaron la boca del aficionado madridista sin saliva. Lo mismo no se perdió un punto, sino que se ganó otro, visto lo sucedido en la segunda parte. Y el año pasado. Es un Real Madrid Reloaded.
